Capitulo 13: De vuelta a la realidad

38 3 0
                                    

-Está perdiendo mucha sangre, Kevin, tan solo ve ese corte en su pierna.

-Lo se, pero por favor ayúdeme, esto no tiene por que terminar así.

-Este no es un hospital Kevin, el único lugar donde podemos encontrar algo que nos ayude es en.....


-¡Edrik!.... ¡Edrik! ya despierta. 

-*poco a poco abrí los ojos* ke.. ¿Kevin?

-De que hablas hijo, ya tienes que irte a la escuela, y bien sabes que los maestros en la secundaria son más estrictos, recuerdo cuando me fui a extra por siempre llegar tarde a clase jaja pero en ti no dejare que se repita muchacho.

(Mi desconcierto era inmenso, ¿Estoy en mi casa?) Papá.... papá....

-¿Qué pasa hijo?- Al instante salté de mi cama y le di un abrazo. no pude contenerme, comencé a llorar.

-Pero hijo ¿Qué tienes ahora? ya estás grandecito para llorar por ir a la secundaria, es algo normal.- Contestó mi papá.

-Prometo no hacer tonterías papá pero ¡por favor no me lleves de vuelta a ese infierno! no, espera, Kevin debe seguir ahí, el debe estar ahí ¡¡papá debemos contarle a la policía del internado!!

-Hijo, ¿Pues con qué estabas soñando? no recuerdo que alguno de tus amiguitos se llame Kevin además ¿internado? jaja no deberías llamarle así a la escuela se que es pesado pero...

-¿A que se deben los gritos muchachos?-Entró mi mamá a mi cuarto.

-Mamá, estuve en el internado y tienen niños secuestrados, ustedes me llevaron ahí pero todo era una trampa, no era un internado, nos hacían sembrar drogas y éramos unos esclavos y todos deben seguir ahí...

-Edrik.. tranquilo querido, nosotros no te dejaríamos en tal cosa *me abrazó mi mamá* y si tal cosa existiera la policía ya estaría al tanto después de tantos reportes. Solo fue un mal sueño, no te pongas nervioso por la secundaria.

(*Pensé* ¿un sueño? todo ese infierno fue eso... un sueño, o mejor dicho.. UNA PESADILLA, que por suerte había terminado, pero todo fue tan real, el internado, Kevin, Doña Lu, el sufrimiento que pasé.)

Era más que reconfortante ver toda la ciudad y a las personas camino a mi escuela con mis papás en la parte delantera del auto, todo había vuelto a ser normal, la vida me dio otra oportunidad.

Una vez estando en la escuela no podía dejar de pensar en la historia que había generado mi cabeza hasta podría hacer un libro de eso a futuro....*mientras pensaba sentado en mi banca me interrumpió un compañero* 

-Hey Edrik ¿vienes a jugar fútbol? 

(odio el fútbol pero da igual, la vida da giros y no sabes cuando ya ni eso podrás hacer)

- Claro, vamos a jugar.

(a pesar de que detesto este deporte me estaba divirtiendo, recupere mi vida y eso me hace realmente feliz) 

*jugando resbalé y caí al piso*

-Edrik ¿te encuentras bien?- preguntaron mis compañeros.

-No se preocupen, creo que solo fue un raspón.- Todos comenzaron a verme raro pero ¿por qué? 

Vi mi pantalón y estaba rojo, lo levante y tenia una grande herida en mi pierna, como si hubiera sido infringida por una.... navaja... al pensar en esto mi sangre se heló y me recosté en el piso cerrando los ojos.

-Edrik, Edrik, llámenle a la directora..- fueron los últimos gritos que escuché de mis compañeros a la vez de oír como poco a poco se desvanecían.

Al abrir los ojos esperando estar en la enfermería escolar, lo único que vi fue a Kevin a mi lado, mi pierna con una venda y sobre todo, MI MALDITA REALIDAD.





Regreso A CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora