Capitulo 4

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· La curiosidad no mató al gato, el gato murió queriendo comprobar la verdad ·


La semana de inicio de clases pasó más rápido que las vacaciones. De un momento a otro, mi entrenamiento de natación, la compra de útiles escolares (un recopilador nuevo y más hojas) así como el uniforme escolar, ya estaban usados y ya volvía la agobiante rutina escolar.

El olor a cloro en las horas de deporte ya lo tenia de nuevo memorizado, y fue difícil adaptarme al nuevo ritmo, ya que el entrenador anterior tuvo que tener una cirugía en la rodilla y su mano derecha nos pedía más esfuerzo de lo que ya daba el equipo.

Los pasillos se llenaron de alumnos nuevos pidiendo orientación para encontrar sus aulas y no faltaba el compañero que los mandaba al otro lado de la escuela. Por suerte, Miku entraba en escena y muy amablemente les decía como llegar a su verdadero salón (porque al menos los dos primeros días, nos pidieron ayuda 10 estudiantes) y le agradecían a la chica.

Hoy, toda la escuela estaba reunida para darles la bienvenida oficialmente a nuestra preparatoria a todos los alumnos, y como era costumbre, era un día dedicado a juegos y para ponerte al corriente con tus amigos sobre las vacaciones de verano.

¿Crees que el rector este feliz con eso? — la voz delicada de Miku dirige mi mirada al grupo de chicos de primero que juegan con un globo de agua durante el discurso de bienvenida del rector.

Imagino que todavía no saben lo que es el respeto... — miro curioso a un chico delgado, totalmente pálido que esta a cinco filas de nosotros y que en este momento, juega a morder el globo sin romperlo — no puedo creer que esta generación en menos de dos semanas vaya a quemar la escuela...

Mojar — corrige Miku al mismo tiempo que saca un pequeño espejo de su bolsillo y mira su maquillaje por milésima vez.

Mi atención vuelve al rector, un señor regordete que conforme pasan los años su calva parece llamar más la atención y que al mismo tiempo que su ronca y muy seria voz deja de escucharse, un golpe de agua moja el suelo del auditorio y todos miran al chico pálido que esta completamente empapado, y unas cuantas risas se escuchan.

El rector da por finalizada la inauguración del curso al mismo tiempo que mira al joven de primero y todos nosotros nos disponemos a ver los estantes y juegos que nos reciben este año.

Miku toma mi brazo al mismo tiempo que acomoda su uniforme.

Tu golpe parece ir bien — sus ojos verdes se cruzan con los míos y me sonríe — apenas se nota.

Eso me alegra — le sonrío y caminamos hacia donde parece oler chocolate — no quería iniciar el semestre siendo el chico con la mejilla morada...

Ohh de eso estoy segura que no murmuran las chicas de primero — me mira un momento y me guiña el ojo — tengo una nueva chica que quiere entrar con nosotras — toma aire y mira curiosa las mesas que nos empiezan a rodear — y ha visto que te hablo, te manda saludos...

No salgo con chicas menores que yo — me detengo al ver unas pequeñas tartas al mismo tiempo que mi estomago gruñe, compro dos y comienzo a comer una — ya casi cumplo dieciocho y no quiero delitos...

Es muy linda — un grupo de niñas saludan a mi amiga de lejos y ella les devuelve el gesto moviendo su mano y sonriendo — aunque no sé si es tu gusto...

No quiero tener novia teniendo a Leon a lado mío cada tarde — termino la tarta y miro alrededor buscando algo nuevo que ver — creí que pondrían de nuevo el estante de juegos...

Juguemos un poco (RiLen) *RESUBIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora