Capitulo 2

1.5K 145 38
                                    


· Siempre habrá risas en medio de toda oscuridad ·


Cuando Rin dijo: "vamos a acampar", me imagine sacar las casa de campaña e instalarnos en el jardín, y tal vez comer unos cuantos dulces mientras poníamos música desde alguno de nuestros celulares. Pero no contaba de que ella en realidad quería buscar un bosque y arrastrarnos con ella en el proceso.

El viaje de los cuatro miembros de nuestra familia se redujo a tres Kagamine y una linda cocinera de nombre Luka.

En total, en la camioneta éramos cuatro: mamá, Luka, Rin y yo; aunque eso no nos molestaba, ya era una tradición dejar a papá trabajar.

Y con una sonrisa de tristeza nos despedimos del rubio, quien tenia unas muy marcadas ojeras y el cabello revuelto; nos deseó un buen viaje mientras que Luka confirmaba que había dejado comida suficiente para los dos días que mi padre sufriría de la ausencia de la chica. Mi madre, con un gesto de su mano y una pequeña sonrisa, comenzó a conducir, mientras que Rin y yo solo decíamos "adiós".

De esa despedida ya habían pasado 6 horas, y justo ahora, estábamos afuera de una pequeña cabaña que mi padre había reservado para nuestra pequeña excursión. Luka, nuestra amable ama de llaves y chef profesional, hablaba con mi madre en la sala de estar de la cabaña, mientras que yo, comenzaba a admirar con cansancio la fogata que había hecho.

El frío del bosque comenzaba a sentirse en el mismo cielo, y me fue inevitable mirarlo para comprobar que no comenzaría a llover justo este día, lo que menos quería era mover nuestro campamento dentro de la terraza del lugar.

No va a llover — la figura de Rin aparece delante mío, con una cobija de color vino que la cubre de pies a cabeza.

Alzo un poco mis cejas indignado, ella era más cobija que humano.

Espero tengas razón — bajo mi mirada hacia la fogata y comienzo a frotar mis manos cerca de ella — no quiero arrepentirme de dormir aquí...

Um — vuelvo mi vista hacia ella al mismo tiempo que una brisa pasa por su cabello dorado haciendo que termine en su rostro, cubriéndolo todo.

Mira nada más — trato de ocultar mi sonrisa cuando los ojos azules de mi melliza me regañan — creo que es el universo, creo que quiere que entremos...

No seas aguafiestas — se acerca más a mi y se sienta a lado mío, todavía con su cabello echo un desastre — deberías disfrutar mi presencia — la miro curioso y me sonríe — no a todos deleito con mi torpeza.

Cierto — suelto una risa por su comentario y paso mi mano izquierda por mi cabello, tratando de mantenerlo en orden por el mismo viento — olvidaba lo exclusiva que eres.

Vuelvo a mirarla divertido y ella me arruga la nariz unos segundos para luego, mirar lo que queda del atardecer.

Cuando estés en la universidad — miro de nuevo el cielo mientras la escucho — me vas a extrañar tanto que estoy segura que me llamarás, Len... — siento como con su mano izquierda toca mi mejilla y da un pequeño pellizco, haciendo que me aleje de ella y haga una mueca.

Si vuelves a hacer eso — la miro algo irritado mientras trato de diluir el dolor de mi mejilla — juro que te dejo encerrada en la casa de campaña...

No me mires con esos ojos, Len — el dedo indice de su mano derecha me señala con la intención de dejar un claro: continuas y te mato — soy mayor que tú, ¡ten respeto al menos!

Los ojos azules de ambos chocan tratando de seguir una lucha de miradas, la cual yo pierdo al desviar mi mirada hacia la cabaña, donde seguramente Luka y mamá disfrutan un buen café mientras yo sufro por el descenso de temperatura.

Juguemos un poco (RiLen) *RESUBIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora