Capitulo 14

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* Seguimos entre bestias ignorantes aparentando ser ángeles *

Desconocido

Mira — mi padre toma asiento frente de mí en uno de los sofás blancos que tenía la abuela en la biblioteca — sé que es precipitado y algo raro para ustedes este proceso...

No lo es — lo miro — simplemente es algo que no logramos entender.

Estábamos en medio de los estantes de libros viejos, llenos de polvo y humedad, y solos, que era lo que mi padre quería desde hace unos minutos. El silencio lleno el espacio que nos separaba y ambos decidimos observar alrededor, tratando de llenar esa incomodidad.

¿Qué no entienden? — su voz ronca vuelve.

Creo que es obvio — le suelto incómodo en el sofá — la idea de que engañaras a mamá así y con... ella...

Creo que eres demasiado listo para saber el porqué — veo una mueca en su rostro  — no es necesario que te lo diga.

No hablemos así —  mi voz hostil le sorprende — dime la verdad y lo que quieres que te diga, no soy un niño.

Quiero saber tu futuro — una risa malhumorada sale de mi boca  — es en serio, tus planes, así puedo ayudarte a ti y a tu hermana, no pienso dejarlos solos.

Ya lo estaba haciendo, de mil formas.

Mi atención vuelve a los estantes, tratando de concentrarme en la única cosa que al parecer quería de mi. Me era difícil pensar en el futuro, aunque la respuesta de lo quería ya la sabía desde hace tiempo, tarde o temprano le diría qué universidad me interesaba, dónde quería vivir, lo que quería ser y en que quería trabajar.

Hace unos momentos estábamos viendo fotografías y retratos, pensando en que si era una máscara lo que usaba o era el verdadero padre que quería ayudarme, y ahora estábamos aquí, hablando civilizadamente sobre mi futuro. Ignorando y tragándome la pregunta más importante:

¿Eramos familia?

Quiero estar en la Universidad de Occidente — era una universidad demasiado buena, el nivel académico era perfecto, además de que estaba cerca de la ciudad, en una ubicación de residencias e inversión por parte del gobierno.

Es muy buena — suelta un pequeño estornudo y talla su nariz, incomodo por el polvo del lugar.

Dejo de ver los libros cuando su pesada mirada deja de estar en mi, y veo como se acomoda en su asiento, mirando el suelo, con el ceño fruncido y su nariz roja.

Teníamos la misma nariz, de eso no había duda.

Demasiado — mantengo mi tono de voz igual — además, no es muy cara... Y tiene la carrera que quiero.

Vuelve a tallar su nariz y ahora ve la ventana — ¿Qué estudiarás?

Mismo tono de ojos y cabello...

Medicina —  la uña de mi pulgar izquierdo comienza a rascar la yema de mi dedo anular — sé que es una carrera muy cara, pero me interesa mucho el área médica...

Me interrumpe al mismo tiempo que se queda con los ojos en blanco — no te preocupes en eso... No es tu problema el dinero.

Entrecierro apenas mis ojos escéptico y no vuelvo hablar — ¿y después de eso?

Haré una especialidad —  miro cómo vuelve a frotarse la nariz — En oncología.

Se queda inmóvil en mi ultima frase y se limita en asentir — Muy bien, Len. Creo que vas por buen camino.

Juguemos un poco (RiLen) *RESUBIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora