Capitulo 13

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· Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni se con qué pretexto, por fin un día necesites ·

Mario Benedetti








Calma — respiro otra vez bajo su tono de voz, aunque todavía no puedo controlar mis manos — respira y no te dejes llevar por el miedo, Len...

Lo hago, o al menos intento hacerlo, pero la ansiedad y la noticia vuelven a atacarme con agilidad y absoluta crueldad.

Es que... no... Miku... — mi voz tiembla igual que hace 10 minutos, y alejo el teléfono de mi oreja para evitar que mi amiga me escuche.

Len — a la lejanía su voz llega a darme un suave toque, lo suficiente para que vuelva a acercar el teléfono — Len, calma, no puedo ayudarte si no puedes hablarme...

¡Es que no entiendes! — me dejo caer en el pasto del bosque y ahí me quedo, como un niño pequeño — ¡esto no puede ser verdad! ¡Es imposible!

Teníamos los mismos ojos, los mismos gestos, el mismo tono de piel y cabello, realmente no podríamos ser personas normales si hablamos de genética, además, a lo que a mi respecta, no tengo extrañas sensaciones de que mis padres no lo son o de si no pertenezco a la familia...

Es... imposible... — suelto en un susurro.

Len, estas apresurándote a las cosas, ni siquiera sabes si se refería a ti o tu hermana, incluso no sabes si es de tu familia o no... — ay Miku...

¿Y de quién crees que sea entonces? — miro molesto el árbol de manzanas cercano a mi — ¿de su otra familia?

Len, la mayoría de los divorcios separan familias por las cosas que llegan a decirse, lo sabes... —

Es que es una tontería — me río molesto — ¿De qué estaría molesto mi padre si él sale con una secretaria a costa de mi madre y todavía quiere lastimarla así?

Estas apresurándote — escucho como suelta un suspiro y prosigue — yo misma sé que tienen muchas cosas en común para asegurarte que son hermanos, estaríamos hablando de una película muy complicada si tratamos de encontrarle una explicación en el supuesto que no lo sean...

Ambos nos quedamos callados y dirijo mi mirada al cielo.

O... ¿tu crees que exista la mínima posibilidad? —

No sé... — arrugo la nariz — seamos mi hermana y yo u otra persona... — un nudo en la garganta se forma e impide que mi voz suene normal — es algo que me asusta...

¿Cambiaria algo si no fuesen hermanos, Len? — dice en tono preocupado.

No sé... tu papá es abogado, ¿no? —

Am... le preguntaré si eso te hace sentir mejor — ambos volvemos a suspirar y quedamos en silencio.

¿Estarás bien? Me preocupas, Len — dice después de unos minutos.

Creo que hasta que pregunte directamente o tenga una respuesta estaré tranquilo, gracias, Miku —

Para eso son los amigos, te quiero y aquí estaré por cualquier cosa —

Lo sé — trago para intentar desaparecer el malestar en la garganta — y yo te quiero a ti.

¿Cómo te sientes con la noticia de tu padre y de su...? —

Como cualquier hijo creo que se sentiría... — suspiro y una risa de ironía sale — como si fuera su hijo...

Len —

Juguemos un poco (RiLen) *RESUBIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora