Supernatural: entre cielo e infierno. Temporada 3

Capítulo 3.1

Cuatro días después ya el grupo había vuelto al búnker, después de un viajecito bastante tenso en coche. Se habían quedado un día más en el pueblo por precaución, a pesar de que todos querían irse cuanto antes debido al incidente con el recién aparecido Adriel y la trampa de los ángeles del bando de Rafael. Sin embargo no hallaron ninguna pista ni notaron ninguna esencia angelical amenazadora, por lo que acabaron por volver al búnker. Castiel y Faith no habían dicho nada a los demás de su... "relación". Los ánimos estaban muy tensos y la pelirroja no quería preocupar más aún a su amiga. además, aunque fuera egoísta... quería guardarlo aún para ella. Había algo de íntimo y...placentero en ese secreto; aunque sabía que tarde o temprano tendrían que decirlo.

Danny, a pesar de que intentaba fingir que no le afectaba lo ocurrido, no se había sentido tranquila en esos cuatro días. Tenía la sensación de que estaba en constante vigilancia y casi esperaba ver aparecer a ese fantasma de su pasado en cualquier calle, mirándola con sus ojos plateados... listo para volver a dejarle una profunda herida...de nuevo. Por suerte no todo era malo, y ahora volvía a estar ma's cercana a Dean. Quizá sonara egoísta, pero el cazador la hacía sentir más segura, más real de lo que ella misma se sentía... y él no paraba de intentar sacarles una sonrisa siempre que podía. Irónicamente, la aparición de su antiguo amante la había vuelto a unir al suyo actual.

Por supuesto habían llamado a Bobby para comentarle la buena nueva... y éste había tardado una media de seis idiotas y otros tantos "dejad de beber" en comenzar a creerles. Era inverosímil, ellos lo sabían, pero habían conseguido convencerle. Bobby se había mostrado muy preocupado, alerta porque Adriel volviera a querer hacerles daño y les había ordenado ir rápidamente al búnker hasta que estuvieran seguros. No había hecho ningún comentario sobre la nueva identidad alada de su antiguo amigo, pero el viejo cazador no había parado de investigar desde que le avisaran sobre ese "castigo" de los ángeles. jamás habían oído algo así... y quería estar enterado. No por nada tenía su propia biblioteca encicopledia de criaturas sobrenaturales. Mientras tanto, les había hecho prometer que le llamarían si volvía a pasar algo... y había ordenado a Dean que cuidara de Danny.

Esa mañana Faith se había levantado bastante animada. El día anterior habían vuelto al búnker, pero entre el cansancio acumulado que tenía y demás, apenas sí había hecho otra cosa que no fuera dormir. le había resultado raro despertarse de nuevo en su habitación, la que por cierto, necesitaba una buena limpieza después de aquellos meses pero enseguida había ido a alguien a alegrarle la mañana. La pequeña gatita Cas no había tardado ni un día en acudir corriendo a por su amita pelirroja, a la que tanto había echado de menos. Había dormido con ella (esa noche no había recibido visita de Cas) y la felina la había despertado con lametones en la nariz, exigiendo su desayuno.

-Ya voy, pesada...- gruñó acariciando sin embargo a la gatita, que maulló feliz restregándose contra ella.- ¿Por qué no vas a molestar a Danny?

-Miaaaa... prrr...

-Sí, sí, ya sé que me lo merezco por haberte dejado... Pero estaba muy a gusto dormida.

-Marramiau.... Miaaaa...

-Vale, vale... Nada de leche semidesnatada, de acuerdo.

La pelirroja cogió en brazos a su mascotita y fue hasta la cocina en pijama. Al abrir la nevera frunció el ceño al ver tanta comida precocinada, si es que... se largaba y la comida sana abandonaba el lugar. Salvo en un rinconcito muy pequeño detrás de todas las tartas de Dean... donde había un túper con lechuga que pertenecía obviamente a Sam. Tendría que salir a comprar... a menos que quisiera llenarse de grasas saturadas y adulteradas.

-Toma, toma... tu platito de leche...- dijo a la gata llenándole su cuenquito y luego echándole un poco de su comida gatuna en otro.- Te has vuelto muy exquisita, gatita...