LA MALDICION DE LOS INMORTALES (Pausada)

PROLOGO ( dedicado a @celaenazuni)

Todos creen que la luz fue primero, que Dios fue lo primero que existió y que la oscuridad, y los seres que en ella moran, solo empezaron a existir una vez que Lucifer se revelo contra dios y el cielo, pero que tal si no es la verdad.

Los seres de oscuridad existieron mucho antes que la luz, ellos eran los dueños y señores de todo lo que existía hasta ese entonces, y vivían en armonía unos con otros, todo cambio cuando fue creada la luz, pues con ello también fueron creados los seres llamados ángeles y estos nuevos seres reclamaron al universo como suyo e impusieron sus reglas y se creyeron con el derecho a juzgar a otros. Los seres de oscuridad fueron rechazados por los que habitaban en la luz y fueron relegados a seguir en la oscuridad. Se les llamo seres malvados, sin alma, sin corazón y sin sentimientos. Se les consideró aberraciones y seres indignos. El Dios de la luz jamás permitió a uno de ellos en su presencia y les negó toda posibilidad de vivir bajo la brillante y hermosa luz. Como era de esperarse, en sus rechazadas almas creció el odio, el dolor y la amargura. Pero nadie tenía piedad de ellos, nadie quiso ayudarlos. Al menos durante unos miles de años. Uno de los seres hermosos reparo en su dolor, y empezó a ver la injusticia en el trato del creador hacia aquellas desdichadas criaturas. Sin saber cómo, este ser perfecto empezó a ver con otros ojos a estos rechazados y poco a poco su corazón se empezó a oscurecer y la voz del creador de la luz ya no era reconfortante para él. Ya no creía en su bondad y en el amor que decía tener por todas las criaturas. El rencor llenó el corazón de este hermoso arcángel y poco a poco empezó a tener sentimientos prohibidos y a desear cosas que no debía desear.

Cuando la oscuridad finalmente reclamó el alma de Lucifer, este se revelo contra Dios y el cielo y destruyo la inocencia del primer hombre y la primer mujer. El creador se enardeció ante aquel acto de traición y ordeno a Gabriel, el líder de sus fuerzas celestiales que lanzara fuera del cielo a lucifer y a todos sus seguidores. Una vez fuera del cielo, el creador los maldijo a ser repudiados y odiados, a ser temidos y siempre rechazados. Sin embargo la creación del padre no fue lo que él esperaba, y poco a poco los seres humanos dejaron entrar la oscuridad en sus corazones y cuando aquello ocurrió, lucifer vio una oportunidad para que las criaturas de oscuridad conocieran la luz y reclamaran la tierra como suya y destruyeran a la amada creación del padre.

Así fue como los primeros seres de oscuridad llegaron a la tierra y caminaron entre los seres humanos. Lucifer hizo creer a los humanos que él les estaba dando el poder sobre aquellas criaturas, pero su intención era reclamarlas como suyas una vez que todas hubieran dejado la oscuridad.

Sin embargo nada salió como Lucifer esperaba.

A la humanidad se le hizo creer, que los seres malditos fueron creados hace miles de años, por malvados seres humanos a los que se llamó hechiceros, y la misión de estas criaturas era servir, cuidar y proteger a quienes sus amos ordenaran, así como destruir a los enemigos de sus dueños y esclavizar seres humanos para ser ofrecidos como sacrificios. Los seres celestiales se horrorizaron ante estas creencias pero dejaron que esta mentira se esparciera por la tierra y que los seres humanos lucharan contra estas criaturas.

En el cielo no estaban de acuerdo con la creación de las gárgolas, hombres lobos, vampiros y demonios. Pero por sobre todo, se oponían a que estas criaturas pudieran caminar libremente a la luz del día. Su presencia bajo la luz era una ofensa contra el creador del cielo y la tierra, pero lo que más encolerizo al cielo, fue que miles de seres humanos ya no vieran en Dios a un salvador, sino a Lucifer, quien les dio poder sobre las criaturas de oscuridad, pero no para hacerlos poderosos o porque los quisiera, muy en el fondo de su oscura alma, Lucifer quería venganza y no solo contra Dios, sino contra todo ser celestial. No aceptaba haber sido desterrado por haber mostrado compasión y amor por otros. En el cielo lo habían llamado traidor, pero Lucifer sentía que él había sido el traicionado, y una vez desterrado se dijo que no había mejor modo de vengarse del cielo, que dando poder a la creación del padre para que se destruyeran unos a otros y crearan monstruos que lucharan a favor del mal y en contra de Dios.

En el cielo el desasosiego de las criaturas celestiales fue en aumento a medida que la humanidad se perdía cada día más por culpa del ángel desterrado. El padre pido un voluntario para enfrentar a Lucifer y fueron miles los que se arrodillaron ante él y pidieron ser el elegido, sin embargo, no fue el más fiero, el más imponente, o alguno de los poderosos arcángeles el elegido, sino que el más compasivo de todos los ángeles. Su nombre era Lilith, y era una de las más hermosas y querida por todos. Fue una sorpresa que se ofreciera de voluntaria para semejante tarea. Pero después de una conversación con Dios padre y los arcángeles, fue presentada ante los millares de ángeles, como la guerrera enviada por el cielo para acabar con Lucifer y las criaturas del mal que caminaban entre los hombres.

En solo un año Lilith cumplió su misión con éxito, pero por alguna razón no destruyó a todas las criaturas de oscuridad, sino que las maldijo y de alguna manera se ató así misma a esa maldición. Tampoco destruyo a Lucifer, aunque si lo alejo de la faz de la tierra y lo arrojó al infierno al que él ahora llama hogar.

Lilith jamás volvió al cielo, su nombre jamás volvió a ser mencionado, y con el correr de los milenios su nombre fue olvidado por casi todos. Solo Lucifer pensaba en ella, y esperaba con ansias el día en que pudiera salir del infierno para encontrarla y hacerle pagar por lo que le había hecho.

Cinco mil años han pasado.

Gárgolas, Demonios, Hombres Lobos y Vampiros, todos convertidos en estatuas de piedras esparcidas por el mundo. Se dice que solo las descendientes de Lilith serán las únicas capaces  de despertar a los cuatro líderes que gobiernan a su respectiva razas, y enseñarles un poco de humanidad, pues  solo  así  podrán  probarle al cielo que son dignos de vivir entre los los hombres.