Capitulo XXI

70 13 3
                                    

Titán no supo que decir o hacer en un primer momento.   De lo único que fue consciente en esos momentos , era de los labios de Milena presionándose firmemente contra los suyos. No sabía porque ella hacia lo que estaba haciendo, o como debía responderle. Estaba confundido pero a la vez fascinado con la sensación de los suaves labios de Milena moviéndose sobre los boca.

Copio los movimientos que hacia Milena y se perdió en la respuesta apasionada de ella. Podía oír claramente como su corazón y el de ella latía desenfrenado. Jamás había pasado por algo así, sus hembras no hacían esto. No existía ese tipo de contacto entre su especie. Si había deseo o necesidad iban directo al asunto, sin preámbulos ni juegos, no había ningún tipo de romanticismo en sus encuentros, y una vez terminado cada uno se iba por su lado y si como resultado de ese fugaz encuentro venía un hijo, era bienvenido. Por lo menos por los padres, las madres sabían que sus vidas correrían riesgo en el momento de dar a luz por lo que no recibían con alegría la noticia, ni mucho menos disfrutaban de esos largos meses en los que no hacían absolutamente nada para que su vida no corriera riesgo al momento de traer a su hijo al mundo.
Los machos eran los encargados de cuidarlas y ver que nada les faltara o pasara. Las hembras pasaban a ser de su entera responsabilidad, era algo innato en ellos cuidarlas y protegerlas hasta que dieran a luz.
La hembra se recluía por instinto al interior de una caverna y no salía de allí hasta varios meses después de nacido su hijo, si es que ella y el recién nacido sobrevivían.

Titán terminó aquel maravilloso e increíble momento, Miró a Milena que aún seguía con los ojos cerrados mientras sonreía. Sintió una extraña calidez en el pecho al verla feliz y no supo cómo reaccionar ante esto. Ella abrió los ojos y se rió ante la cara de desconcierto de Titán, Se apresuró para otro beso pero esta vez fue un rapidito, luego otro y otro.
La gárgola estaba muda e inmóvil, pues ella estaba jugando con él, pero sin maldad o con mala intención y él no sabía cómo reaccionar.

_ ¿Por qué hiciste eso? Pregunto Kita

Los dos miraron hacia abajo y vieron al niño entre ellos mirándolos confundido.

******

Si alguien le hubiera dicho a Milena que con un beso iban a cambiar las cosas entre ella y Titán, se las hubiera arreglado para robarle un beso mucho antes.

Las cosas habían cambiado totalmente desde ese día.

Titán tomó a Kita con cuidado y para sorpresa de todos los que ya se habían reunido en la cocina, le dio de su propia sangre al pequeño. Fue una sorpresa para todos lo que hizo la gárgola, Milena había quedado conmovida por lo que él había hecho. Después de alimentar al niño se lo entrego a Xian y le pidió que cuidara de él. Acto seguido tomó en brazos a Milena y desapareció rápidamente con ella. En la mirada de la Gárgola se veía la lujuria y la promesa de una noche que jamás olvidaría ninguno de los dos.

Aquella noche Milena supo lo que era amar y ser amada, se entregó a Titán sin ningún reparo ni miedo. Sabía en el fondo de su corazón que ella pertenecía a él y siempre sería así.
La mañana que siguió a aquella maravillosa noche, fue el inicio de la nueva vida de Milena y Titán.
En un abrir y cerrar de ojos pasaron cuatro meses, los inmortales de las cuatro razas estaban haciendo su mejor esfuerzo para adaptarse al mundo moderno. Milena aún no era aceptada por todos, sobre todo Barloc, pero aún a pesar de esto la convivencia y la vida de todos ellos habían cambiado muchísimo.

Todos los inmortales sabían leer y escribir, habían aprendido a usar la web y gracias a esto habían avanzado muchísimo en su aprendizaje del mundo moderno. Los cuatro comandantes habían dado el ejemplo y habían empezado a estudiar por internet.

Todos sabían conducir pero odiaban los automóviles, los celulares y cualquier cosa que hiciera algún sonido que para ellos era desagradable. Lo único que toleraban era la televisión pero con un volumen apenas audible, sus sentidos eran realmente agudos, solo cuando ellos andaban recorriendo los alrededores de la propiedad Milena podía encender la radio y ponerla a un volumen decente para un ser humano. El resto del tiempo había silencio total en la casa, y a Milena no le gustaba mucho, pero termino aceptándolo con la esperanza de que ellos poco a poco se fueran acostumbrando.

Los niños estaban totalmente acostumbrados a la vida moderna, no querían por ningún motivo volver a la vida que tenían cinco mil años atrás. Andaban en bicicleta por todos lados y corrían sin que nadie los molestara o los golpeara, nadaban a su antojo en la piscina, cosa que los grandes no hacían, Milena aún no entendía porque no les gustaba la piscina y la miraban como si fiera a salir un monstruo de allí.

Cada día averiguaban cosas nuevas de la orden creada por el Arcángel Gabriel. Sabían que había más miembros de la orden por el mundo, por lo tanto también había más lugares donde podía haber, ya no estatuas, sino prisioneros. Pues todos los inmortales estaban libres de la maldición.

Ninguno lo comentaba con Milena, pero ella sabía que estaban preocupados por lo que pudieran estarles haciendo a los inmortales que habían despertado lejos de sus comandantes y del resto de su gente.

Las Gárgolas habían recorrido gran parte del país buscando en cada lugar que poseía la orden pero no encontraban nada, y en algunos casos era evidente que habían huido de allí rápidamente, pero no habían encontrado rastro de otros inmortales.

Milena veía la decepción en sus rostros cada vez que llegaban agotados y sin novedades. Pero no sabía que más hacer, o como encontrar el lugar donde estaban encerrados. Oscar tenía miles de libros en su oficina y en una oficina en el sótano, donde encontró otro computador. Milena pasaba horas todos los días revisando libros y documentos para ver si encontraba algo. Le había sido imposible dar con la clave de acceso de este notebook. Sin embargo todos los días seguía tratando hasta que perdía la paciencia. Incluso algunos inmortales habían sugerido claves pero nada resultaba. Pasaba horas probando nuevas posibilidades solo para terminar frustrada y abatida. Por suerte solo bastaba con una mirada de Titán, una sonrisa dirigida a ella y su mal humor desaparecía. Cada día estaba más enamorada de su Gárgola y no podía imaginar una vida sin su guerrero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 31, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LA MALDICION DE LOS INMORTALES  (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora