Capítulo 9 (Parte 1)

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Juuzou me coge del cuello y noto como va apretando cada vez más, tanto es así que me clava las uñas. Es un milagro que aún no me haya estrangulado, o peor, desgarrado el cuello.

- Ju-zo.

Él solo sonríe y me mira como un niño a su juguete.

Con las últimas fuerzas que me quedan alzo el cuchillo y se lo clavo en el hombro derecho. El albino me suelta sin muestra aparente de dolor mientras yo caigo de rodillas al suelo, tosiendo y cojiendo bocanadas de aire para recuperarme.

- Esto no me duele. -dice quitándose el cuchillo.

Le miro con lágrimas en los ojos, y no se me ocurre otra cosa que levantarme.

- Si fuera un ghoul -toso agarrándome el cuello. - tu sangre haría que mis pupilas se volviesen rojas, ¡no soy uno!
-digo dificultosamente con la esperanza de que me deje ir.

Él se ríe.

- Aún si fuera así, -inclina la cabeza y una amplia sonrisa psicópata aparece en sus labios. - yo solo quiero divertirme un poco.

Juuzou coge el cuchillo del filo y con el mango me da en la cabeza, un fuerte dolor aparece pero casi al segundo todo se vuelve oscuro.

Abro los ojos lentamente como si me pesasen, sintiendo en el lateral del rostro un líquido caliente y un dolor agudo en la cabeza.
Solo tardo unos segundos en repornerme y darme cuenta de que estoy atada de manos y pies con una cuerda, vieja y desilachada, a una silla.
Lo único que puedo alcanzar a ver es una luz que se encuentra encima de mí, logrando apenas iluminar un metro desde donde me encuentro.
De repente oigo pasos acercándose, pero no logro ver de quien provienen, hasta que se acerca lo suficiente como para poder indentificarle.
Es Juzo, aunque la verdad no sé que me esperaba, ¿que fuese un investigador que viene a ayudarme como la otra vez?

Sí, de nuevo el mismo escenario, pero con la gran diferencia de que esta vez estoy sin un apoyo, sin nadie a quien decirle mis últimas palabras y que le importe, sin nadie que me aliente a aguantar un poco más, porque esta vez, mi secuestrador es el que una vez fue mi salvador.

- Por fin consciente. -dice reprimiendo una sonrisa.

Lleva un pantalón negro que le llega hasta las rodillas y una camisa del mismo color abierta, dejando ver en su hombro derecho unas vendas idénticas a las que envuelven sus manos.
¿Ahora se preocupa por si mismo?

- ¿Qué me vas a hacer? -pregunto con un pequeño temblor en los labios.
- Vamos a jugar.

De nuevo esa siniestra sonrisa aparece y no puedo evitar que el miedo me envuelva como un desagradable abrazo.

Antes de que pasara toda esta tragedia hubiera jurado por mi vida que mataría por ver esa tierna y dulce sonrisa, pero ahora, cada vez que la veo, un escalofrío me recorre el cuerpo y el temor se apodera de mí.

- Por favor vuelve en ti -suplico.
- ¿Yo? -pregunta inocente. - Soy el de siempre, nunca he cambiado... ¿o sí? -dice poniendo su dedo índice encima de sus labios.

El albino se acerca más y saca de su bolsillo una bobina con hilo rojo enrollado, acto seguido desengancha un aguja que atravesaba el objeto.

Vale, vale, me he precipitado, este y el siguiente son mis favoritos, este no es muy emocionante por eso el siguiente lo complementa.
Aunque para mí estas dos partes son mis favoritas por el simple hecho de mostrar la personalidad real de Juuzou.
Gracias por leer mi aburrido comentario. :)

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© Te temo pero te quiero: Segunda Parte- Juuzou SuzuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora