© Te temo pero te quiero: Segunda Parte- Juuzou Suzuya

Final

Salimos de la estación con paso ligero en dirección al hospital esperando a que en el recorrido no nos encontrásemos ningún inconveniente.
Ya en el edificio, me dirijo a una enfermera explicándole la situación de Uta. Ella le sienta en una silla de ruedas y le empuja hacia un ascensor.

—Gracias. —dice Touka sin ganas quitándose un mechón de su rostro.

Yo solo asiento, sabiendo que esas palabras piden que me vaya. Salgo del hospital pensando si el haber ayudado a Uta había sido buena idea o no, es decir, es un ghoul y se supone que son el enemigo de la humanidad, pero no podía dejarle morir.
De repente, ya fuera del hospital, unos fuertes golpes en el suelo me descolocan.

Narra Suzuya

Me meto en el coche y justo cuando cierro la puerta recuerdo algo.

—¡Espera tengo que coger algo! —grito abriendo la puerta de golpe.
—Detente, ¡Juzo!

Corro a gran velocidad hacia el edificio del CCG hasta llegar a una sala de reuniones. Miro a mi alrededor.

—Aquí estás. —digo con alegría.

Cojo la maleta plateada y deshago el camino.
Al encontrarme en la entrada escucho un fuerte golpe y acto seguido farolas empiezan a caer, algunas son lanzadas con fuerza hacia el suelo y solamente una es estrellada contra el hospital. Giro la cabeza intentando ver el causante de tan horrenda acción pero no veo gran cosa por culpa de la noche. Aunque la luz de la luna ayuda, solamente se ve una silueta enorme. De pronto alguien choca conmigo.

—L-lo siento. —dice una voz que reconocería hasta a oscuras, que es prácticamente como está la mitad de la calle mientras que la otra mitad, que es donde estamos, se encuentra iluminada por el hospital.
Me doy la vuelta y la abrazo tirando mi maleta al suelo.

—Saeko.
—¿Juzo?

Le abrazo con más fuerza al escuchar decir mi nombre.

—Yo... —empieza a decir Saeko pero un rugido la interrumpe.

Entrelazo nuestras manos y agarro mi maleta e inmediatamente corro en dirección a un edificio alto guiándome por la luz proveniente de las ventanas del hospital. Ambos corremos hasta llegar a una zona completamente iluminada pero sin un alma. Una larga calle en donde las pantallas de las tiendas no muestran nada sobre este infierno, solo noticias para nada importantes. De repente el suelo empieza a vibrar advirtiendo la llegada de un enorme ghoul al cual aún no he puesto cara.

—¡Corre! —le grito a Saeko.
—Ju-
—¡Vete!

Ella me mira por unos segundos con tristeza pero corre obedeciendo mi orden. Doy la vuelta viendo así a lo lejos al ghoul acercándose poco a poco.

—No puede ser... —digo inmóvil.

El ghoul se detiene en frente mío y ruge. Este monstruo fue el culpable de la muerte de la madre de Saeko.
Me empieza a doler la cabeza pero intento reprimir lo que viene a continuación aunque no debería. El ghoul levanta su kagune e intenta clavármela. En una acción fugaz cojo mi maleta, la activo y paro el golpe.

—Vaya —doy una vuelta hacia atrás alejándome del ghoul. —creo que nos hemos visto antes. —digo con una sonrisa burlona.

El ghoul salta sobre mí pero lo esquivo con facilidad.

—Oh vamos, ¿no me vas a decir ni un triste hola? —digo mirándole fijamente.

La bestia ruge y vuelve a atacar pero no sirve de nada.

—Jajajajaja claro que no.

El ghoul esta vez ataca directamente a mi arma lo cual la rompe por el segundo impacto que sufre.