© Te temo pero te quiero: Segunda Parte- Juuzou Suzuya

Capítulo 18

Narra Uta
Alejo mi mano de su rostro mientras inspecciono la habitación en busca de un pequeño armario, el cual se encuentra en una esquina sin luz que ilumine su estropeado aspecto. Cinco pasos son la distancia que recorro para poder coger otro bote de medicina. Deshago el camino y encuentro el delicado rostro de Saeko con lágrimas en los ojos aunque con actitud seria, hasta me atrevería a decir que un poco enfadada. Quito la tapa del bote y lo acerco a ella haciendo que este roce sus labios.

-Bebe. -le ordeno mientras inclino su rostro hacia arriba. -Al menos que quieras ser obligada de nuevo.

Saeko abre la boca temerosa, posiblemente de lo que pueda pasar cuando despierte.

Su rostro relajado hace que en mí nazca una envidia indescriptible, lo cual intento remediar buscando por todo el edificio un lugar donde poder cerrar los ojos y dar paso al sueño, pero todas las habitaciones, excepto la de Touka (la cual ya vi hace unos días), solo tienen sillas, mesas rotas...

Decido tras un largo rato de meditar (aunque también por el sueño) entrar/sin llamar antes a la puerta en la habitación. Me encuentro a una Touka profundamente dormida, la cual ocupa la mayor parte de la cómoda cama.
Hago un ademán de ir pero pienso que sería una violación de su espacio.
Aunque esta afirmación hace eco en mis pensamientos no impide que me mueva hacia ella y llegue hasta la cama. Me agacho y apoyo la cabeza en el colchón, para poder sentir la suavidad en donde duerme Touka, pero el aroma que desprende junto al calor que emana obliga a mis párpados cerrarse. Aún consciente de que no puedo dormir así me levanto y cojo a Touka en brazos. Ella (supongo que inconscientemente) apoya sus manos y su rostro en mi pecho, haciendo que su respiración me haga cosquillas. Me meto en la cama y dejo a Touka a mi lado, pero solo pasan unos segundos cuando ella se acerca a mí dejando nuestros rostros muy cerca. Sonrojado pongo mis manos en sus hombros para alejarla pero justo cuando la empujo abre los ojos.

Narra Suzuya

Tiro el cuchillo al aire para después empujar a Amon y mantener las distancias. El afilado objeto vuelve a mis manos mientras mi mirada fija en el investigador se vuelve cada vez más peligrosa.

-No creo que la encuentres tú solo -dice alzando la voz.
-Los ghouls me darán la información que necesito. -digo posando el filo del cuchillo en la comisura de los labios.
-Juzo, podemos ayudarte...y no solo con Saeko.
-No necesito ayuda.
-¿En serio? ¿Y todo el tiempo que has estado desaparecido no te ha dejado secuelas? -dice mirando mi arma.

Le miro fijamente sin saber qué responder.
Tiene razón -pienso -necesito ayuda y... Contarle todo lo que he hecho.

-Yo... Durante mi desaparición... He hecho cosas... De las que me arrepiento. -digo dubitativo.
-¿Cómo qué? -pregunta seguramente pensando lo peor.

Giro la cabeza hacia todas las personas que trabajan en el CCG, expectantes de la conversación, insinuando que lo que quiero decir es privado. Amon lo entiende al acto y les mira mientras hace una señal con la mano.

¿Qué les pareció el capítulo?

Sé que tardo mucho, lo siento, lo siento, lo siento *huye despavorida*

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