*tres semanas después*
[WhatsApp para Marcos]
Marcos ya estamos aquí ¿dónde estás?
Perdóname preciosa, no pude llegar. Lo siento.
Ooh, vale. Nos veremos después ¿no?
Claro.
Solté un suspiró, dijo que vendría.
-¿Qué pasa hija? ¿Y Marcos?
-No vendrá.
-¿Por qué no?
-No lo sé. Vamos salgamos y pidamos un taxi.
Camine desanimada a la salida. Con la cara agachada.
-Hija voy un momento al baño, espérame acá.
-Vale mamá.
Espere frente al baño mirando a las personas pasar. Pasaban como en cámara lenta.
Tenía la pequeña esperanza que Marcos llegará. Así como en las películas.
-Ya vamos-miré a mi madre y asentí.
Llegamos a la salida y pedimos un taxi. Aún miraba por todos lados con la esperanza de verlo.
-Alicia entra ¿qué esperas?
-¿Eh? Si.
No lo hizo. No llegó.
***
-¿No es bonito el hotel?
-Si mamá.
-Estuviste todo el camino callada ¿qué te pasa mi niña?
-Nada mamá, solo que... es mi cumple y no vino a buscarme.
-Ya hija, debió haber ocurrido algo para no venir, él te quiere mucho. No creo que no haya venido así porque sí,
-Supongo.
-Voy..voy a ver los alrededores ¿vienes?
-No, subiré.
-Ah, esta bien-la chica de la recepción le dio una llave a mi madre y otra al empleado que me ayudaría con las maletas.
-Here it is 205A, take the key. Have a nice stay.
-Thanks.
Abrí y estaba totalmente oscuro. Entre ambas maletas, cerré y luego busqué con la mano el interruptor de la luz. Prendí y no podía creer lo que estaba viendo.
El cuarto lleno de globo que decía Happy Birthday, rosas de diferentes colores y un gran peluche en la cama. Me acerqué a este y tenía una nota que decía:
Alicia
¿Creías que me olvidaba de tu cumpleaños? Pues eso nunca. Te sorprendiste ¿no? Me siento muy mal por no haber pasado a buscarte al aeropuerto, pero creo esto valió la pena ¿no? -asentí- Te has puesto un año más vieja, pensándolo ahora ¿eres mayor que yo? Mi novia es mayor que yo -sonreí- pero no importa, así te amo. -mi sonrisa se hizo más grande- Que te puedo decir, he pasado los mejores momentos de mi vida contigo y quiero que sea así para siempre. Tal vez pienses que es muy rápido, pero quiero que te cases conmigo...
-¿Y me lo dice así? ¿Por una carta? Lo voy a matar cuando lo vea.
-Aay pues entonces me voy, no quiero morir joven-me giré y estaba allí, más bello que nunca.
Le sonrei.
Marcos metió su mano al bolsillo y sacó una pequeña caja.
~Aaay Dios, te lo pedirá TE LO PEDIRÁ~
-Alicia, yo...me gustaría...
~Aay ¿por qué no lo dice~
-Alicia ¿te gustaría hacerme el hombre más feliz del mundo, aceptando casarte conmigo?-wow eso fue rápido.
~Niña haz algo. No te quedes parada como una gilipollas. Sonríe aunque sea~
-¿Alicia?
Cuando dijo mi nombre volví en sí. Lágrimas caían de mis ojos, no cabía de la felicidad.
-Si Marcos, si quiero-lo abracé. Hace mucho no lo sentía junto a mi. Su calor, ese que me hacía sentir muy reconfortante.
Me separé un poco para poder verle a los ojos. Lo besé, no quería que este momento acabase, quisiera que fuese eterno.
-¿Marcos?-dije al separarnos.
-Si.
-Quiero darte el... regalo ahora.
-¿Segura? Yo no soy quien cumple para que me estés dando regalos.
-No se necesita un motivo para darte un regalo.
Fui al baño y me quité el abrigo, una de las camisas y el gorro. Me mire al espejo.
~Hoy es la gran noche~
Hoy es la gran noche.
~La noche tan esperada~
La noche tan esperada.
~Ya deja de repetir~
Ya deja de... Eh ibas bien.
Me olvide de Grayson y salí.
-Oye amor, olvidé darte el anillo.
Lo miré, era hermoso. Sencillo, pero era hermoso.
-Se ve hermoso en ti-sonreí algo avergonzada.
Me acerqué para besarlo, me besaba tan dulcemente. Comenzó a besar mi cuello y podía sentir como mi respiración comenzaba a agitarse. Poco a poco y sin darme cuenta ya estaba sobre la cama con él sobre mí. Paró de besarme.
-¿Qué pasa?-pregunté.
-No... no quiero hacer esto asi, tan rapido.
-Marcos, esto es lo que quería darte, entregarme a ti.
-¿Ahora?
-Ahora.
Seguiamos besandonos, pero de momento pensé en mi madre, seguía abajo, aunque no tenía llave, podría subir con algún empleado.
-Mi madre, ella.. ella puede entrar cuando sea.
-No te preocupes, ella sabe sobre mi plan. No vendrá hasta que salgamos a dar la noticia.
-¿Ella lo sabía desde un principio? Que buena madre tengo.
-La mejor, ¿querías que arruinara la sorpresa?
-Vale, obvio no.
Me sonrió y volvió a besarme.
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Era un día común y corriente. Estaba en la cafetería de siempre cuando de repente recibí un WhatsApp. [WhatsApp de +34 123 456 789] -Hola preciosa. -¿Se puede saber quién eres y cómo tienes mi WhatsApp? -Lo que tienes que saber es que te conozco per...