6. ¿Un beso?

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Mientras llevaba el felpudo de mi casa y la chaqueta de mi novio encima, no podía concentrarme en otra cosa. En el coche a penas daba tema de conversación. Hasta que por fin llegamos a la casa de Harry.

Llamó a la puerta y la figura delgaducha y pálida de su madre, nos abrió un poco sorprendida.

- ¿Phoebe? ¿Que haces vestida así?

Su cara de asombro, se fue transformando en una cara de curiosidad, que no pude pasar por alto.

- No hemos estado haciendo nada... raro señora Leem. - la dije para que aclarase sus pensamientos.

- Bromas entre hermanos.- continuó Harry sin saber nada de lo que habia ocurrido.

Me empujó despacio por la espalda llevándome hasta el piso de arriba.

- ¡Harry! - gritó la señora Leem antes de que entrasemos en la habitación.- Voy a ir un momento a casa de la tía, me tiene que pasar unas cosas.

Observé desde el interior de su cuarto que asintió con la cabeza, y coincidieron al cerrar las puertas.

- Estás helada. - dijo al fin Harry. - Menos mal que a veces te has dejado alguna cosa en mi casa y no te lo he devuelto.

- ¿Que? - respondí sorprendida. Yo nunca habia ido con ropa extra a su casa, ¿por qué la tendría y por qué no me la devolvió?

Sacó desde lo más profundo de su armario un vestido de mi talla, (lógicamente) y me metí en el baño con él. Me cambié y así pude contemplar lentamente el vestido que me había dado. Era de un color gris, cortito, vamos, de los que me gustaban a mi. Salí del baño y Harry me ofreció unas chanclas suyas, suerte que teníamos la misma talla.

- Estás preciosa. - dijo sin el más mínimo toque de timidez.

- ¿Aunque lleve un vestido robado de mi habitación y unas chanclas de chico?

- Igualmente.

Sonreí y me mordí el labio, simulando que estaba nerviosa. Ese momento, a solas, me parecía especial.

Harry se sentó en la cama por el lado derecho y yo le imité pero por el lado izquierdo.

- ¿A donde iba tu madre? - pregunté, aunque ya lo supiera.

- A casa de mi tía, no tardará ya que está aquí al lado.

- Gracias por salvarme del momento "vergüenza 100%". - dije cambiando de conversación riendome.

- Claro, eso es lo que hacen los novios.

¿Incluso los novios que no han besado aún?

Oh, ¡callate conciencia!

- ¿Sabes? - comenzó a hablar. - El otro día estuve pensando en como sería... nuestro primer beso...

Ahí si que hubo timidez incluida.

- Y estoy segura de que, hiciste una simulación besando a la almohada.

Me reí.

Mientras estábamos conociéndonos, hicimos una apuesta, y el perdiendo, tuvo que fingir que su novia era la almohada. Un espectáculo total.

Se sonrojó, así que era un si.

- Me encanta cuando te sonrojas.

Con mis palabras, lo hizo mucho más.

- Venga te acompaño a mojarte un poco.

Le cogí de la mano, y le llevé al baño. Encendí la ducha, nos gustaba mojar las cabezas, lo hacíamos desde el verano, con las duchas de la piscina.

Guerra De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora