En un momento, sentí como un enorme trasero me destrozaba la espalda.
- ¡Andy! - dije gritando lo más alto posible.
- Vamos hermanita, que es el primer día de cole.
Me puse la almohada en la cabeza, pero eso no le detuvo para seguir saltando en mi pobre espalda.
- Dirás el primer día de prisión.
Por fin, mi espalda quedó libre. Pero mi intimidad seguía invadida...
- Andy, ¿puedes irte de mi cuarto? Necesito cambiarme al menos quiero dar buena impresión.
- Está bien.
Le saqué de la habitación y abrí el armario, no sabía que ponerme pero la ilusión se apoderó de mi y decidí por ponerme... lo de siempre, una camiseta un tanto choni, unos jeans largos con roturas en las rodillas, y mis queridisimas vans.
- ¡Phoebe el desayuno está listo! - gritó mi tía desde la cocina.
Puede que os preguntéis que en esta casa todo es a base de gritos, pues creo que tenéis casi toda la razón.
No respondí, porque no quería hablar mientras me atragantaba de pasta de dientes.
Después de lavarmelos, me hice un moñete alto y bajé a la cocina.
Todos los días la misma escena; mi tía cocinando sus "deliciosos" platos, mi tío leyendo el periódico, y mi hermanito pequeño jugando con sus pokemon.
- Tío ya sabes que hoy en día se utilizan las revistas y los móviles, los periódicos son de hace siglos. - le dije a mi tío cogiendo mi tostada.
Mientras me volvía a explicar lo odiosos que son los móviles, cogí el bote de mermelada, un cuchillo y comencé a juntarlo.
- A ver querida sobrina, los móviles son aparatos que te dejan atónito, en cambio los periódicos, son folios llenos de letras que la gente se ha currado para otra gente, entre ellos yo.
Suspiré.
Me senté a la mesa, y mi tía me dio mi vaso de cola cao, y comencé a desayunar.
- Y picachu reataca, piu, piu, piu. - oí a mi hermano desde la otra punta de la sala.
Faltaban unos minutos para que viniera Summer, mi mejor amiga, a recogerme, así que preparé la mochila, y antes de despedirme, cogí mi bolsito, donde estaba lo más importante de mi vida; mis cascos, el móvil, y un chicle para casos de aburrimiento.
De repente, recibo un mensaje de Sum, lo que me obligó a salir de casa.
Me despedí, y me metí en el pedazo audi de mi amiga.
- ¿Preparada? - me dijo.
- Summer por dios, claro que si.
Pusimos la radio a todo volumen, y comenzamos a bailar como si no lo hubiéramos hecho nunca.
Se me olvidó decir que tenía preparada una broma estupenda para el nuevo de este año, y mis ganas por ver la reacción de esa pobre persona no me dejaban concentrarme en la canción.
Sin darme cuenta, ya habíamos llegado, y un montón de carteles que daban la bienvenida no permitían ver al director saludando a los alumnos. Recuerdo que el año pasado me tenía manía por muchas bromas que solía gastarle.
- Eh Phoebe, creo que allí está tu presa. - me dijo Sum.
Me giré para verlo, y me sorprendió de que no fuese un friki, es más, era todo un machote, súper cachas y con un pelo precioso...
- Hola mi querida Phoebe. - una voz detrás de mi, me obligó a girarme de nuevo.
- ¡Harry! - corrí a abrazarlo.
Harry es mi novio desde hace dos semanas, nos conocimos cuando fui a recoger a mi hermano del campamento.
- Te he echado de menos galletita. - respondió al abrazo y me besó la mejilla. - ¿Tienes alguna broma para el nuevo?
Sonrió de lado y asentí. - Que bien me conoces. - dije.
Le abracé más fuerte y nos soltamos.
- Bueno parejita, tengo que separaros para que la novia me diga sus planes.
La fruncí el ceño, y supuse que no le importó ya que me cogió del brazo y me llevó a un lugar un poco más tranquilo, el baño de chicas.
- ¡Adios Harry! - me despedí llamando la atención de todo el mundo.
Lo bueno de este instituto, es que todo esta precioso en cada época del año, aunque lo que más me gusta es el otoño, los cerezos tienen un color precioso, y aunque no sea época de cerezas, se respira un aire limpio y fresco.
Lo peor, son los baños, al menos el de chicas está más cuidado que esa ciénaga que tienen los chicos en lugar de retretes.
- A ver, cuentame. - dijo mi amiga, con una sonrisa maliciosa.
- Me he enterado que el nuevo, antes de comer, suele ir al baño a hacer, no se que cosa, entonces, mi plan es, cuando salga del baño, abrirá la puerta, entonces le caerá un enorme bote de agua mezclado con harina, lo más pegajoso inventado por moi. - en la última palabra lo detallé con el dedo y un acento francés. - Luego irá a comer y hará el ridículo.
- ¿Y cómo lo has llamado?
Sonreímos a la vez, y al unísono pronunciamos.
- Súper Phoeglue.
Ya se que no es muy original, pero cuesta demasiado encontrar uno especial...
Salimos del baño, en un par de minutos sonaría la alarma, señalando que me tocaría con... ¡No! El profesor más joven de la escuela, tiene 17 años, le buscaron este trabajo por el truco de padre director, y lo peor de todo, es que está enamorado de mi, con sólo pensarlo me dan escalofríos.
Esa clase me tocaba con Summer, así que entramos juntas.
- Hola chicas. Summer, ¿que tal tu verano? - jaja que gracioso, mira como me río. - Y Phoebe, me encanta que cada día estés más guapa.
Pasé de él, perpero claro, cada vez que hacia eso, me tocaba el moño, haciendo que se deshiciera.
- ¿Pero tu eres imbécil? Quien te ha dicho que puedes tocar mi moño. - le dije enfadada.
Ya se que no es correcto gritarle a un profesor, y menos al hijo del director, pero se que no la tomará conmigo, así que...
- ¿Que manera es esa de hablarle a tu profesor? - o si... - Te quedas castigada a la hora de comer, y comerás conmigo. - me sonrió de una manera, ¿pervertidamente? ¡Puaj!
Dime que no acaba de decir lo que creo, dime que no, no pienso pasarme media hora entera a solas con ese tipo, y menos si me iba a perder la broma.
Le miré desafiante y me llevé a Summer a nuestro sitio.
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Hola fucsiapowers, aquí os dejó una nueva novela, es la primera que hago con comedia, así que os suplico que entendáis si alguna cosa no tiene demasiada chispa.
Bueno, me voy a pasar escribiendo la novela hasta que me salgan canas, porque tengo muchas ideas. (a.a no tanto tiempo)
Bueno, dadme apoyo moral, y como dice el rubius, apoyo anal. Grax a todos por animaros a una novela más. ♥♥♥♥♥♥♥
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Guerra De Idiotas
Novela JuvenilPhoebe Smith. Huérfana con su hermano pequeño. Amante de las idioteces. Para Phoebe el primer día de instituto es perfecto para gastar su famosa jugada a los novatos, y así dar a conocer su nombre de Diosa de las Bromas. Pero, ¿Qué? ¿Un rival de bro...