Tu brillo me guiará [2a Temporada] (Dylmas)

Capítulo 15

¿Cómo era posible? Estaba seguro de que lo apoyaría pero lo que hizo fue exactamente lo contrario.

Así había sido siempre, ya no debía haberle sorprendido que Dylan hubiera optado por lo contrario que él. Hace unas horas sentía que no habria nada que los separara, pero ahora tiene la sensación de que siempre van en caminos distintos.

Thomas no se daba cuenta de lo mucho que Curdun Cay pudo cambiarlo durante todo ese tiempo, pero ese lugar le había arrancado cosas importantes al rubio, como la esperanza, algo de bondad, y lo dejó con poca compasión. Hasta ahora se podía notar esa forma abrupta en la que cambió, estuvo tanto tiempo con Dylan que olvidó por unos instantes lo cruel e injusta que es la vida.

Salió de la casa porque sabía que Dylan lo seguiría. Seguía cruzado de brazos cuando escuchó que la puerta se abría y se cerraba.

- Sé que no te parece que ayudar no es lo mejor -estás en lo correcto- pero la ciudad está en peligro.

Thomas había estado ocultándolo, pero sus poderes de curación rápida estuvieron trabajando en sus cuerdas bucales. Ya podía hablar de a poco y de manera ronca, pero aunque le dieran muchas ganas de decirle a Dylan lo que piensa, no se atreve a hablar.

- Hay gente inocente aquí, gente que no tiene nada que ver con esto.

Como mi familia, y aún así los mataron. La vida es así, es mejor que se den cuenta de eso ahora.

No movió ni un sólo músculo, incluso cuando escuchó que el morocho se acercaba a él. O'Brien se plantó frente al rubio con una cara algo confundida y herida.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así?

De nuevo le dan ganas de hablar, pero sigue resistiéndose.

- Sé que es iidiota preguntarte cosas cuando no puedes hablar, pero es que no entiendo porqué te pones así.

Ira es lo que comenzaba a sentir. No hacia Dylan, sino a lo crédulo e inocente que le parecían las buenas intenciones de éste. Para Thomas no tenía ni pies ni cabeza la idea de salvar a la ciudad. Para su nuevo punto de vista, la vida es cruel, algo perverso que si no ves por ti mismo, no sobrevivían y la vida te tratará como mierda. Eso es de lo que se dio cuenta en Curdun Cay.

Apretó los puños.

- Thomas...

Un brillo rojo irradeaba del rubio. Un rojo intenso como la sangre, y eso estaba asustando a Dylan.

- ¿Q-qué tienes?

El morocho retrocedió unos pasos sin saber qué hacer.

La mente de Thomas estaba hecha un revoltijo y él sabe que si no lo controla, las cosas no acabarían bien... nada bien.

- Calma, Tommy... No te alteres...

Pero ya no importaba lo que dijera Dylan.

- ¡Que no me altere! -su voz sonaba ronca y furiosa- ¡¿Cómo puedes pedirme eso cuando me doy cuenta de que no puedes apoyarme?! ¡De que todo lo que digo o hago siempre va en contra de lo que dices y haces!

Dylan estaba boquiabierto, no esperaba que el rubio comenzara a hablar y mucho menos diciendo aquellas cosas.

- ¡Siempre es lo mismo, joder! -continuó- ¡Todo es amor hasta que llega una decisión, son las contrarias, peleamos y nos separamos hasta que se nos pase, luego inicia otra vez! ¡Mierda! Date cuenta de que no sirve de nada ayudar a la puta gente cuando la vida es tan puta injusta. ¡Madura de una buena vez! ¡Joder! ¡Deja de fantasear con que puedes mejorar todo! ¡Con que puedes salvarlos!

Dylan estaba quieto, sólo sintiendo como su interior se desmoronaba al escuchar las palabras de Thomas y ver su comportamiento.

- No digas esas cosas... -dijo con un hilo de voz.

- ¡Estoy tratando de hacerte abrir los ojos! ¡El DUP ha hecho mierda mi vida desde siempre así que no voy a ayudar a esas putas personas que no hacen más que pensar en formas de joderles la vida desde que inició esa puta organización!

Thomas salió corriendo a toda velocidad, sin darse cuenta de que la rabia que lo consumía había hecho saliera con tanta fuerza que al pasar a lado de Dylan lo empujó hasta una pared, dejándolo inconsciente.