Capítulo 4
9:25 am y Harry ya comenzaba a sentirse desesperado por los minutos que faltaban para que llevaran a Louis. Desde que ese chico había llegado a su vida, sus pensamientos se basaban únicamente en las clases de mecánica. Esperaba toda la tarde y noche a que se hiciera mañana para poder mirarlo una vez más.
Más que atracción física, había algo diferente, sin embargo en esos momentos no lograba diferenciarlo, él estaba seguro que su atracción por Louis era provocada a lo prohibido que todo ese asunto era. El cuerpo de Louis se había convertido en un reto para Harry.
Cada vez se ponía más ansioso, movía los pies de arriba hacia abajo. Había decidido que ese día actuaría de manera distinta con él, pues quería descubrir qué tan difícil podría llegar a ser tenerlo. No se había tomado ni siquiera dos segundos de su tiempo para pensar en las consecuencias de sus actos, sabía que la homosexualidad, al igual que la religión judía, era motivo suficiente para ser reclutado en un campo de concentración, pero para él eso no era problema, tenía al comandante del ejército como padre, era intocable.
La puerta del garaje que daba hacia el bosque se abrió de pronto. Harry fue rápidamente hacia ésta cuando pensó que se trataría de Louis. —¿Papá? —Preguntó confundido, era demasiado extraña la presencia de su padre en ese lugar y a esas horas—. ¿Qué haces aquí?
—Hola hijo, también me alegro de verte. —Entró a la habitación buscando algo con la mirada, sin responder a la pregunta del rizado—. ¿Y el judío?
—No lo sé, no tardará en llegar. —Sintió nervios de que su padre estuviera buscando a Louis, esa no era ninguna buena señal—. ¿Qué necesitas?
Antes de que el comandante Styles pudiera decir algo más, entró Louis junto con un soldado por la puerta trasera. El chico tragó saliva al darse cuenta de que esa mañana Harry no se encontraba solo.
Dio una sonrisa al hombre que se encargaba de llevar a Louis todas las mañanas como agradecimiento y se mantuvo en silencio, nervioso por la presencia de su padre.
—Buenos días. —Habló Louis mirando al comandante Styles y a su hijo. El hombre no respondió, se sentó sobre una de las sillas que se encontraban en el garaje y se cruzó de brazos, mirando a los chicos con una sonrisa burlesca.
Harry esperaba a que éste dijera algo más. —¿Y bien...?
—¡Pues comiencen! —Ordenó—. Quiero ver si este judío es tan bueno en la mecánica como dices.
Louis se movió con rapidez y comenzó a trabajar. Intercambió una mirada con Harry, provocándole una sonrisa. —Muy bien, joven, lo que trabajaremos hoy serán los frenos... —Comenzó a hablar sobre su trabajo con demasiado profesionalismo y confianza.
Harry intentó prestar atención a sus palabras para que su padre no sospechara nada, pero simplemente no podía concentrarse, todo el tiempo lo pasaba observando la boca de Louis y los gestos que éste hacía al hablar. Los minutos pasaban como simples segundos, podía estar todo el día frente a él sin necesidad de hacer otra cosa diferente a mirarlo. —No puedes ser real... demasiado hermoso —Susurró pensando en voz alta, provocando que Louis dejara caer al piso todas las herramientas que tenía en sus manos por la sorpresa. Lo miraba con los ojos muy abiertos y negaba levemente con la cabeza. Rápidamente Harry reaccionó de lo que había dicho y su piel se volvió totalmente colorada—. La mecánica es hermosa... —Afirmó con una sonrisa nerviosa, intentando arreglar lo antes mencionado.
Su padre lo miró confundido. —¿Hermosa? Hermosas son un par de tetas, así que deja de decir estupideces y continúen con su trabajo. —Le dijo.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mi Religion. (Larry Stylinson) *EN EDICIÓN*
FanfictionHijo del comandante nazi August Styles, Harry, un chico de ciudad, es obligado a mudarse al campo cuando su padre decide que será el mejor lugar para conservar su tranquilidad en tiempos de guerra. Preso del aburrimiento, recibe un peculiar regalo...