Las cosas iban muy bien. Ya habían pasado dos semanas desde que Louis y Harry habían comenzado una "relación".
Era diciembre, el clima era cada vez más pesado, igual que la guerra. Estados Unidos había declarado la guerra a Alemania después de que Italia se la declarara a ellos. EUA era un ejército muy fuerte, y comenzaba a complicarle mucho la batalla a Alemania.
El padre de Harry había tenido que viajar a Italia, para encargarse de unos asuntos, Daniel, siendo su asistente, había tenido que acompañarlo. Llevaban 10 días de viaje, y tenían planeado regresar la semana próxima.
Louis y Harry continuaban con sus "clases de mecánica" que en realidad no hacían otra cosa que no fuera besarse, y si las cosas se les salían de control, terminaban en la cama. Ellos decidían como llevarlo, podían tener un simple sexo, o terminar demostrándose todo su amor mediante esto.
Esa tarde la madre de Harry había decidido pasar la tarde en el jardín, le encantaba trabajar con las plantas y las flores. Ella nunca había notado lo que le ocurría a su hijo con el judío. Parecía que no tenía ni una sola idea de lo que pasaba en la casa, de un tiempo a acá, había dejado de expresarse, siempre se mantenía en silencio y era muy fría.
Harry se encontraba con Louis en el garaje, estaban por terminar las motocicletas que los había unido. Louis estaba componiendo los últimos detalles para asegurarse que todo estuviera listo, y evitar cualquier tipo de accidente.
-Amor, ¿podrías pasarme ese desarmador?- mencionó a Harry señalando unas herramientas que se encontraban al final de la habitación.
Harry sonrió y se levantó del lugar desde donde observaba a Louis atento.
-¿Este?- habló señalando unas pinzas oxidadas.
-Amor... eh dicho desarmador. ¿Que no has aprendido nada o qué?- mencionó Louis con una sonrisa.
Harry se encogió de hombros. –Si...- dijo con una sonrisa traviesa.- pero no sobre mecánica.- hizo un puchero falso.
-¡Cállate y pásame un desarmador!
-¡no me grites! ¡No te pasare nada hasta que me pidas perdón por gritarme!- a Harry le gustaba jugar fingiendo que estaba molesto con Louis para que él terminara haciendo lo que le pidiese para "contentarlo".
-Harry... no caeré en eso de nuevo... pásamelo ya.- dijo Louis mientras observaba la motocicleta y arreglaba unas cuantas cosas, ni siquiera le había prestado atención a Harry. -¿Harry...?- preguntó al ya llevar tiempo con la mano extendida en espera del desarmador, se volteó a mirarlo. – ¡Amor no estoy jugando! Debemos de terminar estas motocicletas para antes de que vuelva tu padre. – se pusó de pie y comenzó a caminar hacia él. –Harry, dámelo.
Harry lo miró y después escondió el desarmador atrás de él.
-Nunca lo tendrás si antes no te disculpas.- mencionó con una sonrisa.
-Amor, vamos. Deja de jugar - Louis intentó arrebatárselo, pero en vez de eso consiguió que Harry lo escondiera bajo su ropa.
-¿No quieres disculparte? Tendrás que tomarlo tu.-miró a los ojos a Louis y esperó su respuesta ansioso.
Louis negó con la cabeza mientras sonreía. – ¡Tienes que dármelo!- habló poniéndose serio.
-Entonces pídeme perdón.
-Está bien Harry.- habló rindiéndose. –perdóname por haberte gritado...
Harry sonrió de oreja a oreja y se colgó del cuello de Louis.
-¡Di que eres un tonto y yo soy el mejor del mundo!- hablo mirándolo divertido.
-¡No diré eso! ¡Ya dame el maldito desarmador!- habló ya fastidiado intentado escapar de los brazos de Harry.
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Eres Mi Religion. (Larry Stylinson) *EN EDICIÓN*
FanfictionHijo del comandante nazi August Styles, Harry, un chico de ciudad, es obligado a mudarse al campo cuando su padre decide que será el mejor lugar para conservar su tranquilidad en tiempos de guerra. Preso del aburrimiento, recibe un peculiar regalo...