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Este había sido un día peculiar para la cabeza de la familia Phantomhive y su mayordomo, declararse y ser correspondidos, les hizo la tarde mas amena, pero ninguno de los dos sabia como actuar en estas situaciones, sin mencionar que tenían a unos personajes muy extraños vigilándolos​ para así poder destruirlos.

Joven amo su baño está listo.- dijo Sebástian entrando al despacho - Vaya pero si ya se durmió que descuido de su parte al dormir de esta manera tan despreocupada.

Sebástian se acerco y tomo a Ciel cual princesa para dirigirse a la habitación de este. Ciel al sentir movimiento se despertó cuando se dio cuenta que estaba en los brazos de su demonio se sonrojo, recordó que siempre lo tomaba así al tercer año del contrato.

Ya en la pieza del menor Sebástian fue directo al baño y lo bajo.

- Gracias Sebástian te puedes retirar.- dijo el conde empezando a desvestirse una vez listo se metió a la tina para relajarse un rato y pensar un poco.

Mientras tanto Sebástian esperaba a fuera de la habitación de aquel humano del que se enamoro a primera vista, ya había transcurrido un buen rato y Ciel no llamaba a Sebástian para ponerle el pijama, esto empezó a preocupar a cierto demonio, este no espero mas y entro al dormitorio con dirección del baño pero antes de llegar una voz atrás de él lo tomo por sorpresa.

Que pasa Sebástian? Pregunto Ciel desde su cama. Sebástian se sorprendió al verlo ya listo para dormir.

- Joven amo puedo hacerle una pregunta?.- dijo sin poder apartar la vista de Ciel.

- Dime.- dijo acomodándose en la cama y señalando a Sebástian para que se sentara.

- Gracias joven amo, bien ahora, me podría decir cuando fue que empezó a ser mas independiente? Por lo que yo recuerdo que dos años atrás usted era totalmente dependiente de mi.

- A eso, soy mas independiente desde el caso de fantasmas en aquel viejo castillo además también siempre te vi como lo hacías para ayudarme al tercer año de contrato.

- Vaya usted si que es toda una caja de sorpresas.

- Pero si quieres sigo siendo totalmente dependiente de ti, mi amado demonio.- al terminar de hablar tomo a Sebástian de la corbata y lo tumbo en la cama sentándose en el abdómen de este.

- Te parece si jugamos un rato mi lindo demonio.- dijo con una mirada lujuriosa.

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