Dark-Love #PGP2016

Capítulo 12.- Transformación

La rotura de un corazón es algo que ningún ser ni humano ni de ninguna clase quiere experimentar. Es un dolor tan fuerte que nos lleva hasta el límite. Por el dolor podemos llegar a hacer cosas que estando calmados nunca se nos hubiera pasado por la cabeza, pero es que puede llegar a ser tan maldito que nos dejamos cegar por él y que nos lleve de la mano como si fuésemos niños pequeños. Un corazón roto, es sentirse como la mierda y pensar que jamás en la vida volverás a ser como eran antes ni que nunca volverás a ser feliz con otra persona porque a la que le entregaste todo ya no está para compartir contigo. Pero la vida sigue y no se pone en pause solo porque tu corazón está roto. Así que hay que darle para adelante y tratar de no mirar atrás y por ende soportar el dolor que trae esto.

Pienso en millones de cosas para hacer que Nicolás pueda reponerse pero nada parece funcionar. Llevamos más de dos horas encerrados en mi habitación con la cabeza de Nico en mis piernas y sus brazos aferrados a mi abdomen. Es algo incomodo estar sentada en el piso con tacos tan altos y un vestido de gala pero sea lo que sea que haya pasado en el pasado con Nicolás no me da el derecho de dejarlo en el estado en que esta.

-¿Te sientes mejor? -Susurro en su oído.

Niega con la cabeza. Alza su rostro justo hacia la ventana y mira la luna.

-Dicen que cuando estás enamorado y pides un deseo en una noche de luna de sangre, está te lo cumplirá. -Su voz ronca y rasposa por el llanto.- Yo le pedí un deseo... -Me intriga saber que es lo que su corazón su siente y anhela- Y solo me rompió el corazón.

-Supongo que solo es una leyenda, Nico. -Hablo despacio.- No se debe creer en esas cosas. - Murmuro recordando cuantas veces me senté en el balcón, sin nada más que una cobija rodeando mi cuerpo con los cascos puestos en mis orejas mientras rogaba a la luna sangrienta que responda mis preguntas.

-Pero yo ví. Ví como mi hermano cuando estaba enamorado de Ana Lucía le pedía su deseo y se lo cumplió. Hoy ellos viven felices aunque no sé si ser feliz es vivir apartado de toda clase de civilización por miedo a que los humanos maten a Derek o los vampiros maten a Ana Lucía. -Mi cara es un rezo de confusión.- Amo a Derek, pero temo por su vida, por la vida de mi cuñada y por la vida de mis sobrinos.

-Nicolás, no te estoy entendiendo. -Nico se sienta junto a mí y yo solo puedo tomar su mano helada entre las mías.- ¿Me estás diciendo que tu hermano convive con una humana? -Él asiente.

Estoy realmente sorprendida con todo esto. No sé que responder, me he quedado sin palabras de consolación o reclamo. Es como si mi cuerpo se hubiera deshecho por completo de mi tan abierto léxico.

Había olvidado por completo que Ion se encontraba sentado al pie de la cama mirando la escena hasta que escucho un suspiro roto salir de sus labios. Lo miro y me impacta su mirada, tan dolida, tan fría. Sus ojos se encuentran con los míos y una daga es lanzada que impacta en mi corazón deshaciéndome por completo.

No puedo no sentirme culpable por todo esto. - Las lagrimas caen por mi rostro deshaciendo mi maquillaje perfecto.

-Gessiane Juro que te dejaré seca sino apareces. -Grita mi madre desde el otro lado de la puerta.

Miro a Ion sin saber que hacer, solo se acerca a mi y deposita un beso en mi coronilla mientras me susurra un Hasta pronto que parece más ser un hasta nunca. Me rompe el alma cuando desaparece por la ventana de mi habitación. Inmediatamente mi madre hace su aparición en la habitación al mismo tiempo en que Nicolás besa mis labios secando las lagrimas que han hecho nido en ellos.

-Oh -Habla mi madre avergonzada- No sabia que están juntos. -Es la primera vez que veo a mi madre en ese estado.

Mi padre ingresa tras ella y mi madre le golpea suavemente el hombro para indicarle que estoy con Nicolas a lo cual los dos responden con una sonrisa de complicidad.