Dark-Love #PGP2016

Capítulo 3.- Hombre Mayor

La gran puerta de metal se abre ante nosotros cuándo mamá pulso el botón de un pequeño control negro, ésta hace un leve chirrido al momento en que sus puertas empiezan a abrirse. El solo anticipo a salir del castillo me excita de sobremanera, es como si pudiera volar por los aires y sentir al sol quemar mi piel. Me agarro fuertemente las manos a la espera de que el deportivo negro cruce la fina línea que separa el castillo de la libertad tan anhelada de mi parte desde que tenía tan solo diez años de edad; y, la verdad es que no recuerdo mi infancia antes de los diez años, lo cual es raro, pero no lo cuestiono, bueno hay veces y más de las que recuerdo si haberle preguntado a mi madre por fotos mías cuando tan solo era una niña pequeña o una bebé, y también recuerdo la respuesta dada.

Soplo la vela que dice "12". Hoy es 24 de Agosto del 2008. Hoy es mi doceavo cumpleaños. Todas las personas que me rodean, que son alrededor de unas veinte personas, gritan un "Feliz Cumpleaños" y dan unos aplausos. Luego mi madre junto a Domenika se disponen a servir el pastel a los invitados y por último a mi. El resto de la fiestesita pasa normal. Casi al terminar la noche, me encuentro ya sentada en mi gran cama con mi pijama de ositos puesta y mi pelo aún húmedo por el baño. Ciertas preguntas rondan por mi cabeza y a pesar de saber la respuesta, quiero volver a intentarlo. Necesito respuesta. Necesito saber el por qué.

-Gessiane... ¿Aún despierta, cariño? -Habla mamá mientras ingresa a mi habitación con una gran caja de cartón follada por un papel de regalo con muchas tortas en él.

-Tengo aún el pelo húmedo y sabes que hasta que no se me seque no me podré dormir.

-En todo caso, eso es genial porque quiero ver tu carita al descubrir tu regalo.

Mi sonrisa crece aún más. Hoy he recibido un montón de regalos y la mayoría de ellos fueron ropas *negras* o bolsas de los mejores tipos de sangre y de niños. Lo cual es raro porque a mi aún eso me tiene desconcertada. Beber sangre no me apetece, es más, lo considero asqueroso, pero por ello soy la rara de la familia. Dejo de lado los pensamientos negativos con los cuales he crecido desde hace muchos años y me concentro en la caja. La caja es grande, por ende el regalo es grande. Deshago el moño negro y destapo la caja. Su interior me revela una hermosa computadora pórtatil de color morado.

-Feliz Cumpleaños, cariño.

Dejo la caja a un lado y salto para abrazarla. Ella me corresponde pero enseguida se separa de mi.

-Sabes que no es normal entre nosotros.

Sí. Este mundo es realmente raro. Me preguto... ¿Cómo será el mundo en el exterior? ¿Será igual que estando aquí o será diferente?

-Vamos, pruébala. -Insta mamá.

Después de media hora de estar provando la nueva máquina me decido por preguntar lo que me lleva rondando la cabeza desde está mañana cuando abrí los ojos. Tomo una fuerte respiración y la dejo salir conforme las palabras se van escuchando en la habitación silenciada.

-No soy como ustedes, ¿Verdad?

Mamá me mira claramente con confusión. Su ceño se frunce pero rápidamente se da cuenta de a lo que me refiero.

-Gessiane... Hay muchos como tú. No todos maduran a la misma edad. Tú eres especial, linda.

-¿Especial en qué? Todos ellos pueden recordar su vida desde el momento de nacimiento y yo... Yo no puedo recordar ni si quiera hace dos años atrás. Todos ellos pueden salir de paseo y yo solo estoy encerrada aquí. Todos ellos acuden a centros de estudios y yo solo tengo que hacerme con profesores particulares. Todos ellos tienen fotografías sobre sus paseos y yo no tengo ninguna desde mi cumpleaños número diez. ¿Qué soy, mamá?