Capítulo 2.- Rosa Sangre

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Esa duda me carcome por dentro. Podría ser real? Nunca en mi corta vida había escuchado que un vampiro tuviera dos esposas ya que la historia de Drácula según la película de Van Helsing es solo un montón de ficción. Aquí en la vida real los vampiros y vampiresas tienen una vida junto a su alma gemela, por así decirlo.

-Gessiane. -Vuelve a gritar esta vez más cerca.

Miro la puerta de madera de canelo blanco. Busco con la mirada un buen escondite. Bingo. Detrás de la última estantería hay un pasadizo que da hacia el ático en la torre este. Entró por él y empiezo a correr hacia la torre, de repente un dolor en la frente me hace detenerme.

-A dónde iba con tanta prisa señorita?

-Dave. Auch. -Digo mirándolo como si yo no hubiera pensado en algo para huir.

-Señorita?

Que insistente.

-Voy tarde a la cita con mis padres y pensé en acortar camino por aquí pero... Me perdí. -Murmure con tono bastante convincente.

-La salida era hace veinte metros. La conduzco. -Parecía bastante convencido con mi resolución.

Me he convertido en buena mentirosa. Quise darme palmaditas en la espalda por mi ingenio.

Me guió por el camino correcto hacia la sala dónde mis padres ya se encontraban sentados y frente a ellos había una pareja de unos cuarenta y dos años y treinta seis años respectivamente. Trago saliva al percatarme que eran los invitados. Me acerco a paso decidido pero corto y con toda la elegancia que puedo demostrar.

-Cariño, llegaste justo a tiempo. -Dice mi madre con una sonrisa.

Sonrió forzadamente mientras me acerco a los invitados. Extiendo mi mano derecha hacia el hombre, quien me mira con ganas de morderme y al instante sus ojos toman un color rojo sangre brilloso. La mujer de su lado toma su mano con fuerza y murmura un calmante a su marido en el oído. Pasa el tiempo que tan solo son segundos pero para mi parecieron horas. Nunca había visto actuar así a un vampiro con una vampiresa, si lo había visto era cuando atrape un par de veces a mis padres o a Dave o Sara bebiendo de algún humano que solían traer a casa para alguno de sus juegos. Mis ojos grises con motas de morado no podían cerrarse y mi cuerpo de piel pálida esta estático en en mismo sitio con la mano estirada. Cuando el hombre hubo recobrado compostura me estrecho la mano y se presento.

-Soy Eric McMahon.

Mis ojos se abrieron tanto como podía. Quien me quiere como su esposa es el mismisimo príncipe de los vampiros.

-Mucho gusto. -Trato de sonar casual y nada impresionada.

-Soy Rebecca McMahon. -Estrecho su mano y luego tomo asiento en uno de los sillones individuales cerca de mis padres.

Mi cerebro empieza a atorarse con dudas y preguntas que nadie podría responderme que el mismo hombre que me quiere. Sin embargo, Cómo es posible que la princesa venga en compañía de su esposo a verme? Tan cínica creen que soy? Ahora menos que antes quiero tener algo que ver con ese hombre.

Que quede claro que Gessiane Dumonttini no es una cualquiera.

Miro al que creo sera mi futuro esposo. Eric es un hombre de cuerpo fornido, los músculos de su abdomen y brazos se notan a pesar del traje negro que lleva puesto, su cabello de un lindo tono castaño claro enmarca las facciones de su rostro haciéndolo ver varonil, sus ojos verdes con tonos dorados son dignos de la realeza. Ese hombre es realmente atractivo pero... Está casado y yo no seré quien destruya su familia. No quiero que la comunidad me llegue a ver mal por dos razones: 1. Yo no soy así, y 2. Daré una mala impresión. Miro a Rebecca, una mujer explendida que tiene unas facciones delicadas dignas de una dama de la alta aristocracia, sus cabellos castaños sedosos que marcan su rostro y su cuerpo de envidiable mirada. Ella lo es todo, ella es perfecta para cualquier hombre.

Dark-Love #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora