Capítulo 9.- Feliz Cumpleaños

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Diego me abrazo y me mantuvo así por un largo tiempo hasta que empiezo a sentir como mis piernas pierden fuerza, mis brazos duelen y mi cuerpo reclama una mejor posición para sentar sentada. Recuerdo que no solo yo estoy aquí metida sino también aquel joven que dice ser mi hermano. Aún no sé si creerle, pero hay algo en él que me dice que Diego dice la verdad. Me separo del cuerpo de Diego sintiéndome mucho mejor, él me mira y con sus pulgares limpia el resto de lágrimas de mis mejillas, alzo la mirada y me encuentro con que sus ojos también están rojos del llanto, así que imito su acción y limpio sus mejillas. Diego me sonríe tratando de transmitirme una paz que ni él mismo tiene.

Luego de una breve conversación y de pasarnos números de teléfono y e-mails nos despedimos esperando volver a encontrarnos pronto, pero me pareció ver un deje de tristeza al pronunciar las palabras: Espero verte pronto. Eso me dio mucho en que pensar por el resto de los días.

Los días han pasado y estoy a solo horas de la fiesta de mi cumpleaños. Estoy encerrada en mi habitación con el sofá atravesado para impedir el ingreso de cualquier ser a mi cuarto. Tengo un miedo terrible de salir y más porque hoy recibí un mensaje al correo electrónico que me dejo pasmada.

Vuelvo a sentarme en la cama y miro nuevamente el correo. Es simple. La persona que envía es anónima, la fecha marca justo en el momento en que nací: 00:06 y el asunto solo marca: TIC TOC. El mensaje es muy sencillo.

La hora de la verdad ha llegado. Prepárate, Princesa para tu nueva vida.

La primera vez que lo vi me asusto mucho. Casi grito pero no lo hice, aún no sé el por qué. Le he dado muchas vueltas al asunto pero nada pasa por mi cabeza. Mi teléfono celular suena al mismo tiempo que la puerta.

Que macabro.

Murmuro un adelante mientras abro el mensaje.

Feliz Cumpleaños, pequeña Nayra. Te quiere, tu hermano. –Diego.

Sonrió ante su mensaje. Pensé que nunca lo volvería a ver o incluso a saber de él, pero aquí está a pesar de que mamá trato de llevarme a no sé dónde para según ella un regalo adelantado de cumpleaños pero ella sabe perfectamente que eso no me olía bien y lo dejo pasar haciéndome prometer que iríamos después de la fiesta.

No pienso ir.

-Vaya, vaya. No sabía que estabas tan deseosa de verme que hasta en ropa interior me esperas. –Esa voz. No la había escuchado desde la vez que estuvo aquí. Me giro lentamente y fijo mi mirada en la suya.

-Nicolás. No lamento decir que es un espantoso momento el volver a verte.-Hablo al mismo tiempo en que coloco la bata de seda sobre mi cuerpo para protegerlo de los ojos hambrientos de Nicolás. Él ríe.

-Te iba a decir lo molesto que es que manden a buscar a una niña, pero ahora estoy más que encantado de ver que la niña se ha convertido en mujer. –Termina su discursito con un guiño.

Asco.

-Me alegro enormemente y de corazón que te des cuenta que no soy una niña, pero deberías despreocuparte del cuerpo que ves. Pues esta mujer ya sabe más que la última vez. –Me sonrío interiormente ante la rima que acabo de hacer, pero rápidamente me vuelvo seria.

-¿Cómo podría saber más una niñata que recién empieza con la transformación contra alguien que lleva ya dos años en esto? Déjame reír, por favor, Gessiane. –Suelta una leve carcajada que me enfurece.

Me pongo en pie y me dirijo al baño con la intensión de dejar atrás sus sarcasmos y centrarme en la fiesta que está a solo dos horas de distancia. Cierro la puerta y le paso el pestillo por si acaso.

Dark-Love #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora