Novias, zorras y degenerados.

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Luego de unos minutos viendo uno de mis programas favoritos, How I met your mother, decidí ponerme de pie para ir a la casa de Nicolas.

Tomé un bolso donde guardé mi celular, salí del cuarto y bajé las escaleras antes de montarme en la bicicleta.


-¡Jess! –Blake se acercó a mi tirando la pelota de básquet a Scott -¿A dónde vas?

-A la casa de Nicolas, no queda muy lejos.

-Ni hablar –Llamó a Scott el cual se acercó a nosotros –Vamos a llevarla

-No –me reí y me alejé de allí.

-¡Jessica! –Gritó mi hermano y yo levanté mi brazo mostrándole mi dedo del medio antes de alejarme de lo más rápido posible de ellos.


Caminé unos diez minutos hasta que pasé por una plaza enorme donde vi a mi hermana. Ella estaba con un chico y no, no era Jason, pero no me importaba quién era, podía pensar que eran amigos y cualquier cosa, hasta que se besaron y dejé la bici en el piso mientras me encaminé hacia ella bramando.


-¿¡Qué es lo que te pasa!? –Le grité tomándola reciamente del brazo para que se diera vuelta. Su rostro cambió a sorprendida y miró al chico dándole indicaciones para que nos dejara solas. -¿Y bien? –Me crucé de brazos.

-Mira, no es lo que crees

-No empieces con eso –la callé –Es más que obvio lo que pasa.

-¿Por qué te importa? Ni siquiera eres amiga de Jason

Ni siquiera sé si le caigo bien, zorra.

-Yo... No, ¡pero de todas maneras no puedes engañarlo!

-Sshh, baja la voz, no arruines todo, ¿bien? Después de todo sólo eres una niñata más, nadie le importa quién eres, apenas tienes una amiga porque tu apellido es Williams, eres una pobre estúpida, de seguro Jason no te creerá, ni siquiera te conoce, así que no me digas qué puedo y qué no puedo hacer, idiota.

Já. Acabas de cavar tu propio hoyo, perra. Primera regla de vida: no dejes que NADIE te pase por encima, porque nadie es más que tú.

Mordí mi labio inferior reteniendo toda la rabia y las ganas de golpearla. –Me gusta tu camisa pero... De nada sirve vestirse bien si te desvistes con cualquiera –me encogí de hombros sonriendo –Por cierto, qué lindo tono de zorra llevas hoy, ¿y qué le pedirás a Santa de Navidad? ¿Una personalidad? –A eso le llamo explosión al estilo Jessica.

Sus mejillas se enrojecieron de rabia mientras sus dientes rechinaban buscando qué responder.

-¡Desgraciada! –me echó a un lado y volvió con el chico mientras yo me alejaba triunfante. Pensé en decirle a Jason pero... Tal vez y tenía razón, ¿Por qué me creería? Apenas hablé con él la otra noche y no creo haberle agradado mucho, de igual manera él quería terminar con ella, y ella no terminará con él, sólo me queda esperar.

*Ah, sí, mi hermana, Carla Williams, una zorra de dieciocho años que estudia en mi misma escuela y es la típica 'rubia popular', es la peor persona que conozco, aún más que Scott, me da lástima con Jason, no sé cómo sigue con ella*


Volví a encaminarme a la casa de Nicolas y en unos diez minutos más había llegado a su casa, toqué la puerta y su ama de llaves, Lucinda, me abrió la puerta.


-Hola linda, hace tiempo que no te veía, ¿Qué te trae por aquí?

-Quería hablar con Nicolas, ¿está aquí? –inquirí entrando a la casa mientras Lucinda me seguía con la mirada.

Una chica perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora