Capítulo 19

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¡Aquí de vuelta! Tal como dije, necesitaba tiempo para poder terminar la historia y... ¡Conseguido! Subiré un capítulo cada día, comenzando hoy con el 19. Son 26 capítulos y 5 epílogos (yo y mi manía de dividir las cosas para centrarme mejor). Son cortitos, pero es como mejor me quedó la división y estoy bastante contenta con el resultado, la verdad.

Muchas gracias por la paciencia y por la espera. ¡Sois los mejores! Ahora voy a ver si cambio la portada porque me apetece poner una mejor...

Un saludo gigantesco desde una escritora feliz de haber zanjado una historia satisfactoriamente (al menos desde mi perspectiva),

Andrea ♥

PD. Para dudas, posibles espoilers y demás, por mensaje privado o twitter  (andrealetitbe , que lo uso de twitter e instagram).


CAPITULO 19

Estar entera sudada no era la mejor sensación del mundo. Mucho menos si todos tus músculos dolían y la torcedura en tu tobillo parecía quejarse cada vez un poco más alto, pero lo cierto era que volvería a pasar una y otra vez por el entrenamiento del grupo de baile si era necesario.

No solo me gustaba, sino que me hacía olvidarme de todo lo demás. Cuando estaba bailando al ritmo de la música solo me concentraba en ello, en los golpes de la batería en cada canción, en cada parte de mi cuerpo moviéndose adecuadamente a ello, en la historia que cada letra, o incluso las canciones sin letra, contaban...

Pero una vez paraba, volvía al mundo real. Volvía a ese lugar donde mi padre estaba siendo últimamente demasiado tosco conmigo, donde mi madre, quien se había largado años atrás sin dar una señal de aviso, volvía y con nueva familia, donde el chico de quien realmente estaba enamorada estaba prohibido...

El mundo real es una mierda.

—¿Cómo se encuentra hoy mi bailarina favorita?

Sonreí a Evan cuando él saltó fuera de las gradas a mi lado. Estaba lloviendo fuera y habíamos ensayado en el gimnasio del instituto, por lo que no tuvimos que ver al equipo de fútbol, y con ellos a Jaden, entrenando al mismo tiempo. El entrenador del equipo decía que lloviera, nevara, granizara o cayeran rayos, los jugadores debían estar preparados para poder dar lo mejor de ellos en cualquier situación. Así que se jodían y jugaban al fútbol en plena tormenta.

Atrapé al vuelo el botellín de agua fría que él me lanzó. Mis reflejos habían mejorado desde que me uní al grupo. Tenía algo que ver con que mi vida dependiera de si caía bien de una voltereta o no.

—Exhausta —respondí abriendo el tapón y bebiendo como si no hubiese tomado agua en días.

—Pero feliz —completó él, porque a pesar de todo, se lo había dicho sonriendo—. Y yo también, porque me encanta la forma en la que mueves el culo cuando bailas.

Contuve forzosamente el agua dentro de mi boca ante su chiste. Él rio con más fuerza al ver que me había sorprendido con su frase. Negando con la cabeza cerré la botella y se la volví a pasar para poder secarme el sudor con una toalla. Ellah y otras chicas del equipo pasaron por nuestro lado.

—¿No te animas a unirte al equipo, Romeo?

Por el rabillo del ojo vi a Evan negar efusivamente con la cabeza. Teníamos solo dos chicos en el equipo, y eran realmente buenos y para nada gays, pero el estereotipo continuaba dominando en las cabezas de las personas.

Tentación. No te enamores de tu hermanastro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora