-Hablas como si hubiese estado a punto de tener sexo con Jaden Foster.
Gabrielle sonrió con malicia.
-Niégame que no querrías tener sexo desenfrenado con Jaden Foster.
Volviendo a llevarme la mano a la cabeza, esta vez no me quedó otra que unirme a...
Lancé mi sombrero hacia arriba como hacían en las películas junto con el resto de mis compañeros de clase. Había empezado el último año de instituto en un nuevo centro escolar, con las clases ya comenzadas, pero no tardé en hacerme a ellas y adaptarme a las personas. Fue incluso demasiado fácil hacer amigos nuevos. Además de que también tenían un equipo de baile, y bastante mejor del que había en mi antiguo instituto.
—¿Vendrás a la fiesta post graduación en casa de Sophia? —Me preguntó Hillary antes de irse ella también con su familia—. He escuchado que su tía comprará alcohol.
Fiestas de fin de curso y alcohol. Tenía un gran recuerdo borroso de la última, y eso le dije a Hillary, haciéndola reír. Sin Gabrielle conmigo y necesitando una buena amiga, ella y yo encajamos como piezas de un mismo puzzle que habían sido separadas por los años y luego unidas. Por lo tanto, ella sabía todo sobre mi vida pasada. Sobre Jaden, sobre mi padre, sobre mi madre, sobre Evan, sobre Gabrielle...
De hecho, ella fue la razón por la cual me animé a invitar a Gabrielle a pasar el verano en casa. Teníamos una habitación libre en el piso ya que Bailey se había empeñado en que durmiéramos juntas, y a mi madre ya Trevor les pareció una idea genial. Sinceramente, a mí también. Echaba de menos a mi mejor amiga, y ya iba siendo hora de hacer las paces.
Sí, ella pensó lo mismo. Especialmente ahora que sus padres se habían enterado de que iba a estudiar una carrera de Bellas Artes en lugar de derecho, y que su novio ni siquiera pensaba en ir a la universidad.
Jake, el hermano de Cody que nos había metido a todos en un lío tremendo, había decidido dejar de ser un niño y él mismo fue a hablar con la policía para contarles todo lo ocurrido con el asunto de la droga y los matones. Cody estuvo muy molesto por un tiempo de no poder defender a su hermano, pero cuando la policía atrapó a los matones y él y Gabrielle pudieron hacer pública su relación sin miedo a que nada pasara —excepto unos padres sobreprotectores—, se olvidó completamente del asunto.
—A Bailey se le escapó que mi madre y Trevor me han preparado una fiesta sorpresa —expliqué disculpándome—, pero si dura poco y es aburrida probablemente me escape.
—Tu hermana es una bocazas —se burló Hillary, pero ambas la adorábamos.
Me despedí de ella y del resto del grupo y corrí al coche con mi familia. Ahí, en efecto, me contaron sobre mi "fiesta sorpresa". Habían reservado para cenar en mi restaurante favorito, así que intuí que no me costaría trabajo escaquearme a la fiesta. Especialmente desde que Caleb también quería que acabara pronto para irse con Sarah.
Sin embargo, mi madre y Trevor habían sido previsores respecto a la gran boca de Bailey, y ella se llevó una sorpresa igual que la mía cuando, al entrar al reservado oscuro, todas las luces se encendieron y tres personas gritaron con fuerza:
—¡Sorpresa!
Mi padre, Kyna y Jaden me esperaban sonrientes.
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Epílogo cortito. Ahora en nada subo el epílogo III
