Tentación. No te enamores de tu hermanastro ©

Capítulo 18 + AVISO

—Siento como que me he perdido algo —Murmuró Gabrielle, mirándome fijamente a la hora del almuerzo—. ¿Tienes idea del qué puede ser, Erin?

Apreté los labios intentando ocultar una sonrisa, pero no pude. Con todas las nuevas emociones de haber vuelto con Evan, se me había olvidado por completo llamar a mi mejor amiga y contárselo. Por eso cuando aparecí en el comedor, tomada con él de la mano, recibí una mirada de sorpresa por parte de Gabrielle.

—Lo siento, iba a llamarte, pero...

—Oh, el amor —me interrumpió Eric, posando su bandeja con fuerza en la mesa y sentándose al lado de mi amiga—. Extrañaba ver a Evan parado media hora en la fila de la cafetería por no saber qué comida escoger para ti.

Resistí la tentación de darme un tortazo en la frente.

—Insistí en ir yo —suspiré, girando el rostro hacia la fila, donde efectivamente Evan continuaba observando los platos—. Le dije que cualquier cosa estaría bien.

Gabrielle se aclaró la garganta a mi lado.

—Así que esto... ¿Cuándo sucedió?

Tiré de un mechón de mi cabello hacia delante, envolviéndolo alrededor de mis dedos con nerviosismo.

—Ayer por la noche. Él me vino a buscar a la playa, hablamos y... Bueno, hablamos.

—Supongo que hicisteis algo más que hablar —se burló Eric, masticando un trozo de pizza de queso—. ¿Llegó a segunda base o decidisteis empezar poco a poco?

No me hizo falta pegarle porque Gabrielle lo hizo por mí, pero sólo sirvió para que Eric riese más. Ese chico no tenía remedio.

Gab se volvió de nuevo hacia mí.

—¿Y qué opina... tu padre, de todo esto?

—Oh, él ama a Evan. Lo tiene un pedestal y...

—Erin —me interrumpió Gab, afianzando su mirada sobre mí—. Quiero decir... ¿No hay nadie a quien no le haya gustado que hayas vuelto con él?

Oh.

Ella estaba hablando de Jaden.

Me revolví inquieta en el asiento y paseé la mirada de nuevo por la cafetería, esta vez buscando la mesa donde Jaden solía sentarse. Lo encontré rápidamente, con Cody y otros chicos del equipo. Charlaba tranquilamente. Nada en él denotaba enfado.

—Aún no lo sabe. Creo...

—Chicas, os recuerdo que sigo aquí presente —Nos llamó la atención Eric—. ¿A Jaden Foster no le gusta que hayas vuelto con tu ex novio?

Disimular no era lo nuestro, estaba claro.

—Es que es muy celoso —dije rápidamente, para luego añadir—. Como hermanastro, quiero decir. Ya sabes, "sólo yo puedo meterme con mi hermanita".

Oh, Dios. Eso sonó incluso peor. Y Eric no perdió el tiempo en malinterpretarlo y reír más fuerte.

—Eres todo un caso, Erin —se burló, volviendo a morder su pizza y hablando con la boca llena—. Yo siempre dije que había química entre Foster y tú, pero hasta que decidas contarme algo...

Apreté los dientes y miré fijamente a Eric. Él no podía saber... Quiero decir, es Eric, el señor cotilla del colegio. Soy su amiga, pero si de verdad lo supiera ya hubiera dicho algo y todo el colegio se hubiese enterado. Le había visto divulgar cotilleos desde que tenía memoria.

Seguía pensando en ello cuando Evan regresó, tomando sitio a mi lado y dejando un bocadillo frente a mí. No me había dado cuenta del hambre que tenía hasta que terminé mi comida, lo cual fue en cuestión de minutos. Cuando lo hice mis amigos me estaban mirando estupefactos, seguramente sorprendidos de que no me hubiese atragantado. No era mi culpa haber desayunado poco en la mañana. Evan me besó suavemente la mejilla al notar mi rostro enrojeciéndose.