Golden Slumbers

Él

Todo cambió de bellas y magnificas maneras, ya no me hablaba por mi nombre, ahora me trataba de "amor, cielo, vida." El amor que tanto buscaba lo encontraba en aquella hermosa muchacha que no hacía nada más que hacer que me enamorase de ella cada día más. Todo se sentía liviano, ella buscaba mi mano con frecuencia, como si pensara que me escaparía o que me iría para no volver jamás. Ya la sentía parte de mí, conocía todo sobre ella y no podía ocultarme nada, ni yo a ella. Era mi mejor amiga, simplemente lo que había concedido como mi mitad perfecta. Mi vida, ahora estaba llena y en paz.
El parquecito siempre verde que, a la vez hacía de cuartel para el partido comunista de liberación mundial se convirtió en nuestro lugar predilecto, nuestro sitio preferido en la tierra donde acontecía todo en nuestro mundo; ahí nos sentábamos a hacer tarea, a jugar ajedrez, a contarnos historias y a hacernos el amor con la mirada y el pensamiento.
La temporada de lluvia llego en un vuelco de tiempo recordándonos que seguía pasando y haciéndonos viejos. Fue el día de la primera lluvia la primera vez que dijimos amarnos, aunque yo ya lo hacía hace tiempo. Nos quedamos dormidos abrazándonos en una pequeña colina resguardados por la sombra de un sauce llorón; un zangoloteo de parte de Lety me despertó de un sueño compartido y me di cuenta de que nos estábamos mojando.