Conducía tranquilamente por las calles de Holmes Chapel hacia la casa de uno de mis amigos. Tenía un tiempo de no verlo y habíamos decidido pasar la tarde juntos e ir a algún bar en la noche para ponernos al día. Eran los primeros días de enero, mis favoritos. Nuevos comienzos y especialmente este año había empezado de una forma espectacular: vacaciones en un yate, una buena fiesta para recibir el 2016 y algunos reencuentros. Ahora estaba de regreso en casa indefinidamente, y aunque estaría viajando, podía traer a mi familia y mi agenda no estaría llena como años anteriores.
Era simplemente genial esta sensación de libertad, el descanso que los chicos y yo tanto esperamos.Encendí la radio y sonreí cuando escuché Drag me down en la estación; nuestro último álbum había sido todo un éxito y no podía estar más orgulloso del trabajo que habíamos realizado. Pensé en los pasados meses y en todo lo que significó el lanzamiento del álbum, las entrevistas y nuestro último concierto. Eran excelentes recuerdos.
Estaba completamente absorto pensando en esto y no pude reaccionar a tiempo cuando vi una figura acercarse rápidamente a mi auto y colisionar contra él. No iba tan rápido como para arrollar a una persona pero si lo suficientemente rápido como para causar algún daño. Mis sentidos se nublaron y dejé de escuchar los sonidos a mi alrededor. Pisé a fondo los frenos para detener el auto completamente y salí a toda velocidad. Tenía miedo de haberle causado daño a alguien aunque no hubiera sido mi culpa. Rodeé el auto y me encontré con una chica hecha un ovillo en la puerta del auto, vi la pequeña abolladura en la carrocería y sentí escalofríos al saber que la había golpeado. No quería asustarla, así que me acerqué con cuidado pero rápidamente. Puse una mano delicadamente sobre su hombro.
-Lo siento- sollozó ella inconsolable- lo siento muchísimo.
¿Por qué se disculpaba?
Había sido un accidente, ella fue imprudente al no fijarse antes de cruzar la calle, pero a cualquiera podía pasarle. Debía estar en estado de shock, la sentí temblar bajo mi tacto pero no levantaba su cabeza. Estaba empezando a ponerme nervioso, estábamos en un lugar público y no quería atraer a las cámaras y mucho menos poner a la chica en esa revolución.
-Yo también lo siento- me disculpé nervioso- no te vi, no fue mi intención golpearte, lo siento mucho. ¿Podrías tratar de levantarte para poder revisarte?
Ella siguió sollozando pero tomó la mano que le ofrecía para incorporarse. Quité un poco de cabello de su rostro y vi la sangre que emanaba de su cabeza, seguramente iba a necesitar algunos puntos. Debía llevarla al hospital.
-Escucha, debes tratar de tranquilizarte. Te llevaré al hospital para que puedan revisarte, ¿de acuerdo?- le informé a la chica.
Ella interrumpió su llanto y abrió sus ojos como platos, dio un paso atrás quedando pegada a la puerta del auto. Estaba asustada y no entendía porqué.
-No, no, no- negó varias veces con su cabeza- No iré al hospital.
-Será solo una revisión, estás sangrando- expliqué.
-No regresaré ahí, no iré contigo a ningún lugar, ni siquiera te conozco- sentenció asustada.
¿No me conoce? ¿Qué diablos?
Seguro estaba experimentando algún tipo de confusión luego del golpe.
-¿Vienes del hospital?- pregunté curioso.
Ella solamente asintió sin decir nada. Su expresión era torturada y comenzaba a preguntarme si era por el accidente o por algo más.
-Es necesario que vayamos a un hospital. Acabo de golpearte con mi auto, no puedo dejarte ir así- le dije firmemente.
-No iré contigo y no iré a ese hospital- pidió ella señalando débilmente el gran edificio blanco a mis espaldas.
-No planeaba llevarte allí- le aseguré un poco impaciente.
Podía ver algunas personas en las aceras de las calles mirándonos y supe que era el momento para salir huyendo de allí antes de que comenzaran a llegar las cámaras.
-Debemos irnos ya- le dije a la chica apartándola del auto para abrirle la puerta y permitirle entrar.
Ella me miró con algo de desconfianza, limpió algunas lágrimas de su rostro y suspiró profundamente antes de deslizarse dentro del auto. Yo prácticamente corrí hasta mi puerta y entré como alma que lleva el diablo. Miré por el espejo retrovisor y pude ver camionetas llegando, luego reporteros y cámaras bajando de ellas. Aceleré sin pensarlo, provocando que la espalda de la chica colisionara contra el asiento del auto bruscamente. Ella me miró extrañada.
-Lo siento- me disculpé rápidamente con una pequeña sonrisa, ella solo me miró fijamente haciéndome sentir incómodo.
Conduje rápidamente con dirección a la clínica donde trabajaba uno de los ex-novios de Gemma. Nos llevábamos bien, a pesar de que había estado con mi hermana y las cosas no habían funcionado, era un buen chico. La clínica estaba a unos 20 minutos de donde estábamos, así que aproveché para hacerle algunas preguntas a la chica. Ella simplemente se dedicaba a mirar con nostalgia por la ventana. Tenía curiosidad por su actitud.
-¿Cuál es tu nombre?- empecé con lo lógico. Ella me miró profundamente de nuevo. Dios, su mirada te erizaba la piel, parecía que supiera exactamente lo que estabas pensando en el momento.
-Olivia- dijo ella, volviendo a desviar su mirada.
Sonreí para mis adentros, en nuestro álbum había una canción titulada Olivia, yo mismo la había escrito y era una de mis canciones favoritas. Los chicos se iban a reír mucho cuando les contara esta historia. Observé a Olivia por un momento. Estatura promedio, contextura promedio, piel de porcelana, cabello largo y oscuro (no sabría definir su color) y sus ojos eran azules oscuros, casi grises, largas pestañas y algunas pecas en su rostro. Era joven, tal vez de mi edad, pero su ropa parecía la de una adolescente: un jeans desgastado, unas converse sucias y una simple blusa azul oscuro. Parecía un enigma.
-¿Olivia qué?- indagué.
-Olivia Woods- respondió sin mirarme de nuevo, pero para mi sorpresa agregó algo más- Los que no pueden pronunciar bien mi nombre me dicen simplemente Liv.
La miré extrañado por sus palabras. ¿Quién no podría pronunciar bien su nombre? No entendía, pero decidí no preguntar, tal vez el golpe la hacía decir cosas extrañas.
-¿Cuál te gusta más?- pregunté.
-Los dos- respondió.
Cada vez que respondía volvía a desviar su mirada y podía notar esa creciente tristeza en sus facciones. Luego de unos minutos de silencio, ella se atrevió a preguntar algo.
-¿Y cuál es tu nombre?- dijo en un susurro.
Así que de verdad no tiene idea de quién soy...
No es que yo sea pretensioso o que piense que todos deberían saber quién soy; pero estoy algo acostumbrado a que la gente me reconozca prácticamente en toda Inglaterra al menos. Es extraño que ella no me reconozca.
-¿No sabes quién soy?- pregunté curioso.
-No- respondió ella sinceramente. No estaba jugando ni bromeando.
-¿Hablas en serio?- cuestioné para asegurarme.
-Sí, no sé quién eres- dijo ella mirándome extraño. Seguramente estaba pensando que era algún tipo de loco engreído que se creía el centro del mundo o algo parecido.
-Soy Harry Styles- me presenté mientras le otorgaba otra pequeña sonrisa.
-Encantada de conocerte, Harry- respondió Liv con una sonrisa tímida.
Dicho esto, sus ojos perdieron calidez casi instantáneamente y volvió a desviar su mirada para perderse en sus pensamientos nuevamente.
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Hola, gracias a todos aquellos que se toman el tiempo para leer esta historia. Tengo muchas expectativas y espero que les haya gustado. Me tomo el atrevimiento de pedirles que si les ha gustado puedan votar y dejarme algún comentario, todos serán bien recibidos. Me gustaría saber de ustedes.
Gracias por leer!
Con cariño, Sallymoon :)
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The Break (Harry Styles)
Fiksi Penggemar¿Qué sucede cuando tropiezas con una persona inesperadamente? ¿Qué pasa cuando esa persona te cambia desde el primer momento en que entra a tu vida? Harry Styles ha regresado a su natal Holmes Chapel para empezar a disfrutar de su descanso. Solament...