8. Meses

258 20 0
                                    

-¡Olivia! ¡Santo Dios, estábamos muy preocupados por ti!- exclamó la enfermera que se encontraba en el puesto de recepción del hospital.

Durante el desayuno había pasado treinta minutos tratando de convencer a Liv de ir al hospital en el que se encontraba su madre. Ella no quería, no porque no le importara su madre, sino porque tenía un miedo irracional a toda esta situación. Estaba asustada, podía verlo en su mirada y creía entender que su más grande miedo, aparte de perder a su madre, era la soledad. Liv no quería quedarse sola, y aunque recién la conocía pensaba que su madre era todo lo que tenía.

-Lo siento mucho- susurró Liv por lo bajo ante el regaño de la enfermera.

-Saliste corriendo del hospital como alma que llevaba el diablo, niña- prosiguió la mujer- Enviamos dos personas a buscarte pero nunca te encontraron y pensamos que...

Se detuvo de pronto. Me di cuenta de que ya me había reconocido por su silencio y su indagadora mirada sobre mí.

-Tú eres...- empezó la enfermera.

-Soy Harry Styles- me adelanté a ella.

-¿Pero cómo lo conociste, niña?- preguntó asombrada dirigiéndose a Liv.

-¿No ve los puntos en mi frente acaso?- respondió Liv divertida.

-¡Santo Dios!- exclamó la enfermera.

Ya estaba empezando a cansarme de este interrogatorio y había venido aquí con Liv por respuestas, no para responder las preguntas de una enfermera curiosa.

-Estoy acompañando a Olivia solamente, le agradecería su discreción sobre mi presencia en el hospital- le pedí amablemente con mi mejor sonrisa- ¿Podríamos saber en qué estado se encuentra su madre?

La enfermera solamente asintió ante mi pedido y se dedicó a teclear en su computadora por unos segundos. Después realizó una llamada y se dirigió a nosotros nuevamente.

-El doctor Nicholas Andrews está llevando el caso de tu madre, Olivia- nos informó- es un excelente médico y conoce a tu madre desde hace muchos años. En unos minutos estará aquí para hablar contigo.

Liv y yo asentimos y nos encaminamos en silencio hacia la sala de espera. Agradecí al cielo que en ese momento no hubiera otras personas en la sala, no quería que mi presencia se notara y llegaran a aparecer los jodidos paparazzis. En cuestión de cinco minutos, un médico se acercó a nosotros con una sonrisa en su rostro. Era un hombre de unos 40 años, rubio y de ojos azules, pulcro y formal.

-¿Olivia Woods?- inquirió echando una mirada a la sala de espera.

-Soy yo- respondió ella mientras se levantaba de su asiento. Yo la imité, levantándome también.

-En un placer conocerte, tu madre me ha hablado mucho de ti- dijo el doctor estrechando la mano de Liv y luego la mía- Un placer, Harry.

-Igualmente, doctor Andrews- respondí.

-Acompáñame a mi consultorio, Olivia- pidió el doctor Andrews.

-Ummm, ¿puede Harry venir conmigo?- preguntó Liv algo temerosa.

-Si tú lo autorizas, sí- dijo él, mirándome de reojo.

-Liv, ¿estás segura? No quiero parecer un entrometido- indagué, dirigiéndome por lo bajo a ella.

-Harry, en este momento eres todo menos un entrometido- susurró ella, suplicándome con sus azules ojos- Por favor, te necesito conmigo ahí dentro.

¿Cómo iba a negarme? No quería inmiscuirme en sus asuntos privados pero ella me estaba dejando claro que no era así. Solamente asentí y tomé su mano estrechándola para hacerle sentir mi apoyo; luego comenzamos a seguir al doctor Andrews a través de varios pasillos hasta llegar a su consultorio. Él abrió la puerta y con su cabeza nos indicó a Liv y a mí que entrarámos, también nos señaló las dos sillas enfrente de su escritorio para que nos sentáramos. Todavía tenía la mano de Liv entre la mía y podía sentir su nerviosismo, estaba temblando levemente.

The Break (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora