The Break (Harry Styles)

15. ¿Lo arruiné?

Harry

Podía sentir su aliento sobre mi rostro, sus manos acariciaban el cabello cerca de mi nuca y mis manos la tenían sujeta por las caderas. De pronto, todo el mundo y mi sentido de la razón se habían desvanecido alrededor; sólo estábamos ella y yo. Esperé unos segundos más, buscando algún signo de arrepentimiento en Liv, pero nunca llegó. Entonces no lo dudé más y puse una de mis manos en su mejilla y rocé sus labios suavemente, una corriente eléctrica disparándose inmediatamente por todo mi cuerpo. Luego probé sus labios, lenta y tortuosamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo; apreté su cadera con algo de exigencia porque me sentía sin ningún control. Sus labios suaves comenzaron a moverse al ritmo de los míos, puse mi mano en su cuello y coloqué su cabeza a un lado para sentirla mejor. Un suave jadeo se escapó de la garganta de Liv y aproveché para profundizar el beso, mi lengua encontrándose con la suya, probando su sabor. Era el beso más lento y casi doloroso que había tenido jamás, como si el tiempo se hubiera detenido en la locura de la vida para dejar que pudiéramos disfrutar de este maravilloso contacto. Sentí escalofríos en todo mi cuerpo y sentí como Olivia se estremecía entre mis brazos, ella lo estaba sintiendo también sin duda alguna.

Al pasar de los minutos ambos detuvimos nuestro beso para poder respirar. Ella quitó las manos de mi cuello y me miró con sus insondables ojos azules, nuestras respiraciones tratando de regresar a la normalidad. Hubiera dado cualquier cosa por saber lo que pensaba y enseguida me sentí nervioso; no sabía cómo iba a tomar nuestro beso. Yo ni siquiera me había detenido a pensar en lo que traería besarla de esta forma, ni siquiera me había puesto a pensar si este habría sido su primer beso.

¿Lo habrá sido? Mierda, mierda.

Alejé esos pensamientos de mi mente inmediatamente, no quería sentirme mal por habérselo robado si es que nunca había besado a ningún otro chico. Yo no había pensado en nada, en absolutamente nada. Me sentí un completo imbécil, yo nunca actuaba por un mero impulso. ¿Por qué mierda la había besado entonces? Si, ella me atraía, pero yo no se lo había dicho. Seguramente en este momento estaba pensando que sólo quería aprovecharme de ella. No hice las cosas bien. Tal vez ahora dejaría de confiar de mí.

La miré a los ojos y creo que el arrepentimiento que sentía en este momento era notorio en todo mi rostro porque Liv frunció el ceño y abrió la boca para decir algo pero la detuve.

-Liv, yo...- empecé. Ella negó con su cabeza y sonrió levemente pero la sonrisa no le llegó a los ojos.

-Harry no tienes que decir nada.

Era en estos momentos que me gustaría conocerla mejor para poder saber qué estaba pensando, o si estaba feliz o enojada conmigo por haberla besado. Su expresión no decía nada en absoluto, tal vez estaba tan confundida como yo. Entonces decidí no decir nada ni tratar de explicarme, decidí no decirle que me gustaba y decidí quedarme callado para no arruinar más la amistad que teníamos. Ella sólo me miraba y sus hipnotizantes ojos no me dejaban pensar con claridad.

-Mierda...- susurré por lo bajo al darme cuenta que quería besarla otra vez.

Y así sin más palabras, salí de la piscina y la dejé sola, sin ninguna otra explicación. Reconocía que me había acobardado ante su mirada y lancé mil maldiciones más por lo bajo antes de entrar a la estancia donde estaban el resto de mis amigos. Por supuesto, me conocían tan bien que apenas me vieron se dieron cuenta de que algo había sucedido, pero me conocían tan bien como para saber que en ese momento necesitaba mi espacio. Luego de encerrarme en el baño y darme una ducha fría por mucho tiempo, me coloqué mi ropa limpia dispuesto a salir y regresar a mi casa. Estaba ignorando a propósito el hecho de que sabía que Olivia tendría que venir conmigo también. Cuando volví a la estancia, allí estaba ella; ya se había duchado y vestido. No pude dejar de percibir como sus mejillas se sonrojaron al verme y como había apartado la mirada para seguir conversando con Julia. Todos me miraban como si tuviera dos cabezas y no pude evitar pensar que tal vez si hubiera cedido ante Kendall el beso entre Liv y yo jamás habría sucedido. Tal vez habría sucedido eventualmente, pero no hoy y de la forma en la había pasado.