The Break (Harry Styles)

3. Identidad Desconocida

-Familiares de la señorita Olivia Woods- escuché que preguntaba una enfermera.

Me levanté inmediatamente del asiento en el que había estado esperando por casi dos horas y me dirigí con paso firme a la enfermera. Cuando habíamos ingresado al estacionamiento de la clínica Olivia se veía muy pálida, le había dado un pañuelo para que hiciera presión sobre su frente y así evitar un poco la salida de la sangre. Caminamos dentro de la clínica y para cuando habíamos llegado a la recepción ella se desmayó. No pude evitar ver que había lágrimas en su rostro cuando la tomé entre mis brazos para que no colapsara en el suelo.

-Estoy con Olivia Woods, señora- le dije a la enfermera. Ésta me miró atónita y una pizca de reconocimiento se asomó en sus ojos.

-¿Tú eres...?- ella preguntó.

-Harry Styles, señora- respondí.

-Oh...el chico famoso de Holmes Chapel- afirmó.

-Umm, sí, soy Harry nada más; ¿podría informarme del estado de Olivia, por favor?- pedí amablemente, alejando de mi mente el comentario incómodo de la enfermera.

-¿Es usted familiar de la chica?- indagó la enfermera, mirándome con el ceño fruncido y algo extrañada.

-Umm, no exactamente. Yo, umm, la golpeé accidentalmente con mi auto. Estaba sangrando así que la he traído aquí- expliqué rápidamente.

-Ha hecho bien, señor Styles. Ahora por favor venga conmigo, deben hablarle de algo en privado- sentenció ella por lo bajo, evitando los ojos curiosos de las personas en la sala de espera.

Caminamos por algunos pasillos y llegamos hasta un consultorio; la enfermera abrió la puerta y con un movimiento de su cabeza me indicó que entrara y tomara asiento.

-En unos minutos el doctor Lambert estará con usted, señor Styles- me informó aquella mujer antes de desaparecer del lugar.

-Gracias- le respondí.

Al cabo de unos minutos, Lambert atravesó la puerta del consultorio y se dirigió a mí.

-¡Harry! Pero qué agradable sorpresa tuve cuando me enteré que estabas aquí- me saludó él efusivamente, dándome un apretón de manos y una amistosa sonrisa.

-Es un gusto verte de nuevo, Oliver- le devolví el saludo con la misma efusividad.

-Iré directo al grano, Harry, esta chica que trajiste es un fantasma. No tiene expediente médico, ni aquí ni en ningún otro centro médico, ni siquiera porta una identificación. No podemos confirmar su identidad ni sabemos nada de su historial médico. Lo único que puedo decirte es que está bien, las radiografías no mostraron ningún daño del cual preocuparse; sólo necesitó bastantes puntadas en su herida. Le hicimos exámenes de sangre, estaba un poco deshidratada y además tiene anemia; de ahí la razón de su desmayo- explicó con mucha profesionalidad Oliver.

Parpadeé un par de veces aturdido por tanta información y automáticamente pasé una mano por mi cabello.

¿Quién era ella y por qué no tenía una identificación?

¿Deshidratación y anemia?

¿De dónde salió Olivia?

-No sabría qué decirte Oliver, yo no la conozco. La golpeé con mi auto accidentalmente y no podía dejarla así en la calle- me excusé con él.

-Es muy extraño que ni siquiera porte una identificación, sin embargo, respondió a todas nuestras preguntas. Sabemos que tiene 21 años y que no vive aquí, solo está de visita. Mi recomendación es dejarla en observación por unas horas más y luego podrá irse- agregó él- Pero su anemia es de cuidado, así que le recomendé atenderse lo más pronto posible con su doctor.

- Muchas gracias, Oliver- suspiré aliviado y agradecido.

-Harry, debo advertirte- dijo Oliver con un tono de advertencia- Hay muchos paparazzis y cámaras allá afuera; debes sacarla de aquí sin que se den cuenta y sin que puedan obtener la noticia que esperan.

Mi boca se abrió en forma de O y volví a pasar la mano por mi cabello.

Mierda, había olvidado por completo ese detalle...

No podía salir con Liv por el estacionamiento de la clínica como si nada hubiera pasado, eso desataría tremendos rumores y especulaciones. No podía dejar que la vieran y la reconocieran, o la perseguirían hasta el fin del mundo. No quería sonar egoísta ni orgulloso, pero realmente no quería rumores ni esas estupideces ahora.

-Demonios, no había pensado en eso- le confieso a Oliver mientras me paseo nerviosamente por el consultorio.

-Puedo ayudarte, los médicos y los que trabajan aquí poseemos un estacionamiento privado unos pisos más arriba. Puedes tomar prestado mi auto para salir de aquí sin que nadie te reconozca, ¿qué dices?- ofreció él.

-¡Me parece una idea genial! ¡Gracias hermano!- le agradecí con otro apretón de manos y un leve abrazo.

Solucionado ese asunto, ahora tenía algunas cosas que investigar sobre Liv; y por lo poco que pude observar de ella en el auto, es que era tímida y reservada, dueña de un secreto que la entristecía. Probablemente no iba a querer decirme absolutamente nada, pero lo intentaría. Tenía mucha curiosidad.

-¿Puedo ver a Olivia ahora?- le pregunté a Oliver.

-Por supuesto- respondió él- Sígueme.

Tomamos el ascensor y subimos solo un piso más. Caminamos por un largo pasillo y pude observar las tantas habitaciones que tenía este lugar. Me percaté de varias miradas sobre mí y solo me limité a saludar levemente con mi mano y sonriendo. Llegamos a las habitación 317 y Oliver abrió la puerta y entró, no sin antes decirme que lo esperara afuera. Intercambió algunas palabras con Olivia y luego salió. Acto seguido, yo entré a la habitación donde estaba ella.

*****

Estoy desvelada, así que aproveché para escribir un poco.

Gracias por leer.

Besos, Sallymoon :)