Durante todo el trayecto a mi casa Liv estuvo callada y no me dirigió una mirada ni una sola vez. La tensión podía cortarse con un cuchillo y pensé en hacer algunos chistes para alivianar el ambiente, pero aborté la idea luego de ver la expresión de su rostro. No podría explicarlo: era una mezcla de tristeza, ansiedad y creo que vergüenza. Olivia era como una caja llena de secretos y yo realmente quería descubrirlos, quería ayudarla. Había pasado mucho tiempo desde que me había interesado tanto en una persona, lejos de las que me rodeaban habitualmente.
Detuve el auto enfrente de las rejas de mi casa, Liv pareció salir de su trance y miró a su alrededor con curiosidad. Al ver el tamaño de mi casa sus ojos se abrieron, sabía que eso pasaría. Abrí las rejas con el control automático, saludé a los de seguridad y me dirigí al garaje inmediatamente. Apagué el motor y me bajé del auto, Liv estaba estática y no se movió de su asiento. Rodeé el auto y me acerqué a su puerta y la abrí.
-¿Piensas dormir en el auto, Liv?- pregunté riéndome un poco.
-No creo que dormir en este bonito auto sea un problema- sentenció ella mirándome seriamente.
-Te congelarías aquí- la contradije.
-En eso tienes razón- se dio por vencida, dedicándome una sonrisa- No me gusta el frío.
-Adentro tendrás calefacción y no sentirás frío, te lo prometo- le respondí, mientras con un movimiento de mi cabeza la animé para que me siguiera.
Ella salió cautelosamente del auto y cerró la puerta tras ella. Todavía no confiaba del todo en mí, y eso me gustaba. Abrí la puerta que llevaba al interior de la casa e inmediatamente encendí la calefacción y las luces, luego me dirigí al armario para colgar mi abrigo. Liv me seguía con la misma expresión en su rostro cuando vio la fachada de mi casa, solamente que esta vez parecía aún más sorprendida. Me acerqué a ella por detrás y puse mis manos en sus hombros para quitarle el abrigo, ella dio un respingo y se movió rápidamente para deshacerse de mi agarre.
-¿Q-qué haces?- preguntó temerosa, retrocediendo hasta una pared y colocando su espalda contra ella.
-Liv, lo siento- me disculpé de inmediato- no quería asustarte, solamente quería tomar tu abrigo para colgarlo en el armario como el mío, ¿lo ves?
Abrí rápidamente la puerta del armario para que ella pudiera ver los abrigos colgados. Su expresión incrédula no desapareció ni un momento.
-¿Por qué quieres mi abrigo? ¿acaso no puedo conservarlo? Es el único que tengo- susurró ella mientras apretaba con sus manos su abrigo.
No sabía qué responderle. Era un imbécil. Había asumido que ella se comportaría como cualquier otra chica, pero no, ella no era como cualquier otra chica. Ella ni siquiera tenía la costumbre de colgar su abrigo en un armario. Probablemente ni siquiera tenía un armario en su casa. Pensé rápidamente cómo arreglar la estupidez que había cometido.
-Claro que puedes conservarlo, Liv, es tuyo- le expliqué pausadamente- Es solamente que aquí tenemos esa costumbre, como encendemos la calefacción no es necesario usar tu abrigo en casa y lo colgamos en armarios.
Una chispa de entendimiento cruzó por su rostro y se relajó de inmediato. Lentamente desabotonó su abrigo y se lo quitó, luego se acercó a mí y me lo entregó.
-Gracias por decírmelo- dijo ella sonriendo levemente.
-No te preocupes- le respondí mientras colgaba su abrigo- ¿tienes hambre?
Su rostro se iluminó de inmediato y asintió.
-Perfecto, sígueme- le indiqué mientras me ponía en marcha hacia la cocina.
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The Break (Harry Styles)
Fanfiction¿Qué sucede cuando tropiezas con una persona inesperadamente? ¿Qué pasa cuando esa persona te cambia desde el primer momento en que entra a tu vida? Harry Styles ha regresado a su natal Holmes Chapel para empezar a disfrutar de su descanso. Solament...