17. Hacked

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Liv

Besé los suaves labios de Harry antes de bajarme de su auto. Atravesé el estacionamiento del hospital en una nube. Así me tenía él, soñando despierta todo el día. Estoy segura de que mi madre me reprocharía por mi comportamiento de adolescente llena de hormonas, pero era inevitable para mí sentirme de esta manera. Desde aquella noche en la terraza, las cosas entre Harry y yo habían ido bien; él seguía trabajando mucho pero cada vez que le preguntaba sobre lo que hacía evitaba el tema. Creo que Harry pensaba que yo no lo notaba, pero sí lo hacía. Sin embargo, estaba tan absorta en la forma en la que me hacía sentir que lo pasé por alto muchas veces. Siempre que él regresaba a casa cenábamos, charlábamos y mirábamos películas. También nos besábamos. Mucho.

Tampoco podía evitar sentir algo de culpabilidad por sentirme tan bien. Mi madre estaba en coma y muy grave en el hospital, pero ¿acaso eso debería impedirme vivir experiencias nuevas? No lo creía así. Anabella siempre trataba de hacerme sentir bien con respecto a este tema y lo lograba, pero a veces esos pensamientos volvían a mi mente.

Abrí las puertas del hospital, ese lugar que era casi como mi segundo hogar. Pasaba mucho tiempo aquí, hasta que Harry viniera por mí o Anabella me llevara a casa. Caminé por los blancos y limpios pasillos hasta llegar al ascensor. Odiaba el ascensor, me hacía sentir nerviosa a pesar de que algunos días atrás Harry me había enseñado a usarlo. Entré en él y oprimí el botón que me llevaría al piso correcto. Al salir, me dirigí al puesto de enfermeras para saludarlas y preguntarles por el estado de mi madre. No me dijeron nada nuevo. Todo seguía igual.

Empecé mi camino hacia la habitación de mi madre, pero antes de llegar a ella algo llamó mi atención. Eran Anabella y el doctor Andrews en la sala de espera, parecía que estaban discutiendo. Inmediatamente la curiosidad pudo más en mí y me acerqué sigilosamente para tratar de escucharlos.

-Ella merece saberlo- afirmó el doctor Andrews.

-Pero no merece escucharlo de nosotros, aún hay muchos cabos sueltos y no sabemos cómo pasaron las cosas- respondió Anabella.

-¡Ha pasado mucho tiempo ya!- exclamó Andrews muy exaltado.

-¡Pero no nos corresponde a nosotros, debes tener paciencia!- contraatacó Anabella.

No era tonta para no saber que estaban hablando de mí. Pero no entendía porqué el doctor Andrews sabía también que mi madre ocultaba un secreto importante. La rabia recorrió mi cuerpo como si fuera un escalofrío, no era justo que todos supieran algo y yo no supiera nada. Di un paso hacia adelante y carraspeé para interrumpirlos. Ambos me miraron como si tuviera dos cabezas y dejaron de hablar. Anabella aclaró su garganta antes de hablar.

-Olivia- dijo- Llegaste pronto, querida.

-Sí, Harry tenía cosas que hacer- expliqué acercándome y clavando mi vista en ellos.

-Parece que esa es la única excusa de ese muchacho últimamente- soltó el doctor Andrews con sarcasmo y veneno en su voz.

¿Cuál era su problema con Harry? No lo entendía...

-Harry es un joven muy ocupado, doctor Andrews- lo corrigió Anabella, algo molesta- Y sin embargo, ha sido un apoyo incondicional para mi nieta. Creo que no deberíamos juzgar sin saber.

Miré a Anabella y le dediqué una sonrisa de agradecimiento. El doctor Andrews frunció su ceño y nos dio un asentimiento a ambas con su cabeza antes de irse rápidamente. Yo solté un suspiro por lo bajo.

Todo era tan extraño...

-¿Ya te vas?- le pregunté a Anabella.

The Break (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora