Solamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllevaba tener que soportar cosas que jamás imaginé. Todo era mágico en mis pensamientos, pero ¿realmente iba a serlo en verdad?
No me pasó por...
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Dejo que José aplique el rímel a las pestañas artificiales. Estoy nerviosa y debo admitirlo, hace tiempo no hago lo que voy a hacer en un rato: una entrevista. Mi querida amiga Helena me ha hecho una invitación a su programa y no pude rechazarla. Si mi madre se enterase que hice algo como eso ultimo, me mata ya que ella es su mejor amiga y no creo que le agrade eso.
Acomodo la camisa blanca de manga larga que está dentro de una falda del mismo color, que esta lleva dos correas con las hebillas en color oro que combina con mis zapatos que tienen destellos en ese mismo color.
José me pinta los labios mientras una manicurista me arregla las uñas o mejor dicho las verifica ya que están coloreadas de color blanco. Mi cabello está suelto y en las puntas cuenta con algunas ondas sueltas bastantes sencillas.
Sophia me habla de algunas cosas que ha estado haciendo en Nueva York, como por ejemplo visitar el Central Park, Empire State y la estatua de la libertad.
—Perfecta — susurra José.
Me levanto de manera lenta de la silla en donde estaba y rápidamente las asistentes comienzan a reparar cualquier tontería que ellas crean que esté fuera de lugar. Todos preocupados porque salga radiante en el día de hoy.
—Gracias chicos, han hecho un excelente trabajo hoy. — una sonrisa sincera está pegada en mi rostro.
—Rose, en cinco te toca salir. — me dice la directora del programa — Da tu mejor sonrisa, como siempre haces.
Camino con pasos seguros hasta la puerta automática que abre sus puertas a cada costado de mi cuerpo. Paso por entre medio de la puerta y rápidamente los aplausos no se hacen esperar. Observo el público que aplaude eufóricamente ya que así se los ordenan. Con mi mano derecha que es la que queda mirando hacia dónde están estos últimos, saludo y les guiño un ojo.
Helena rápidamente se levanta el mueble que hace el área de entrevistas y me sonríe de manera sincera y tranquilizadora.
—¡Bienvenida! —tomo asiento en el mueble luego de haberle dado un beso y saludarla — Tenemos con nosotros a Rosebeth Thomp, es un placer que estés aquí.
—El placer es mío, muchas gracias por invitarme a tu programa. — le contesto con una enorme sonrisa. Y es la verdad, a pesar de que me sentía nerviosa, estaba muy feliz de que me invitara a su programa, jamás había tenido la oportunidad de visitarlo.
—Bueno, bueno, hace mucho tiempo que no te vemos posando y desfilando. Es muy triste ya que cada semana veíamos fotos en las redes y también en cualquier revista, ¿por qué has estado muy distante últimamente? — hace la primera pregunta de la entrevista que por cierto, ya la venía venir.
—He decidido tomarme un tiempo para hacer cosas que hacen los jóvenes de hoy día. Claro, hacía cosas que comúnmente hace los chicos, pero quiero disfrutar más mi adolescencia. Tiempo que pasa, tiempo que no puedo recuperar.
