He estado yéndome en el bus que el colegio brinda, ya que llene unos papeles para poder coger el transporte. Sophia, José y Edmond no estuvieron de acuerdo, pero no creo que lo más conveniente sería llegar en la guagua polarizada de mi guardaespaldas. No entienden que quiero ser normal, una chica que no llama la atención.
Ahora mismo me encuentro en el lugar donde me indicaron que cogería el bus. Una parada no muy lejos de mi casa y tampoco solitaria. Hoy es jueves o como mucho lo llaman: Juernes. Quiero que la semana acabe ya para descansar todo el fin de semana. Veo el bus acercándose y camino algunos pasos para que me vea y no me deje aquí. Cuando llega a mí, entro en el bus y va como siempre: lleno. A excepto de un asiento junto a un chico con espejuelos y el mismo aspecto al mío. Camino hasta allí para sentarme sin mirar a nadie.
He estado preguntando para ponerme al tanto de todo y me he enterado de que hay equipo de Futbol Americano, como lo suponía y que son unos de los mejores. Unos de los mejore porque los de Washington D, C les da cátedra a ellos. También hay equipos de baile, canto, y como siempre que hay un grupo de porristas. Nada fuera de lo común. También en la escuela se hacen concursos y actividades para que los estudiantes tengan como divertirse sin llegar a tener que andar por las calles rondando y tomando mal camino.
Llego al colegio y voy directamente a mi casillero para entrar algunos libros y sacar los que me harán falta a las horas de la mañana. No son más de dos, pero como quiera mi mochila pesa. Camino hacia el salón que me corresponde llevando una botella de agua en mi mano porque se supone que me mantenga saludable bebiendo agua.
A la hora de rotar las clases veo a ese tal Liam y su grupo de amigos. Según pregunté, los otros amigos se llaman uno Ub y el otro Jake. Son un tipo trío que no se separa para nada y todos llevan un pin (insignia) al lado izquierdo de sus camisas para identificarlos.
Llego a mí tercera clase que el aula está completamente vacía. Al parecer no llegará el maestro ya que lleva unos veinte minutos de atraso. Decido esperar algunos minutos más para asesorarme de que el profesor no llegara de verdad, me canso tanto que salgo de ahí para encaminarme a alguna esquina donde pueda escuchar música.
Detengo mi rumbo al ver a Liam en una silla solo, con su cabeza gacha, al lado de una pared como si quisiese esconderse de algo o quizás de alguien. Se peina el cabello con su mano derecha siendo esto un gesto muy sexy de su parte. Bueno, la verdad es hija de Dios y no se puede negar que él es un dios griego.
—¿Estás bien? — le digo con voz dulce poniendo mi mano en su hombro.
Levanta su rostro para mirar la mano que posé en su hombro. Con mala cara me mira a los ojos.
—¿Quién demonio te ha dado autorización de tocarme? — siento cómo mi dignidad es caída al suelo al igual que mi orgullo. ¿Acaso es malo que me preocupe por él? Aunque siempre he leído en los libros y visto en las películas que la nerd jamás se acerca al popular — ¿De cuándo acá lo que me suceda a mi te interesa? Sigue con tu camino y no seas metiche, nerducha.
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Una nerd con doble identidad.
Novela JuvenilSolamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllevaba tener que soportar cosas que jamás imaginé. Todo era mágico en mis pensamientos, pero ¿realmente iba a serlo en verdad? No me pasó por...