Solamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllevaba tener que soportar cosas que jamás imaginé. Todo era mágico en mis pensamientos, pero ¿realmente iba a serlo en verdad?
No me pasó por...
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Me había despertado hacía una hora como mínimo. Estaba aburrida y Liam estaba dormido y casi, roncaba como un ogro. Y gracias a eso es que me encontraba hurgando en las cosas o más bien en el ropero de Liam. El cuarto estaba bien recogido y casi no había nada diferente a lo que yo pudiera tener, pero siendo mujer. Zapatos, ropa, algunas prendas... salvo lo único que llamó mi atención desde que lo vi: el uniforme del equipo de Liam. Que desde luego lo tomé y lo puse en mi cuerpo minuciosamente. O al menos lo estoy intentando desde hace un rato.
La camisa llegaba más debajo de mis nalgas. Las hombreras estaban donde debían —según yo— y el protector el rostro, estaba en mi cara. No creo que vaya en más ningún lado. Solo creo...
Lo más curioso de todo es que en realidad todo pesa. Pesa demasiado y que conste que más de la mitad de la utilería la había dejado encima del mostrador. No entiendo cómo pueden llevar esto esos pobres muchachos. Yo no puedo con ello y ahora recuerdo las palabras de la profesora de actividad física... sí que iba a aparecer un estampado, desde luego que sí.
Salgo del armario para ir al baño y verme en el espejo completo que está en él. Aquí hay más iluminación real y no artificial. Me echo a reír al verme. Pequeña, flaca y con esa armadura que hubiera servido perfecto en los años de la Baja Edad Media.
Hago varias posiciones frente al espejo. Frunzo mi ceño como un macho alfa lo haría al intentar causar miedo.
—¿Quién es la fuerte? — pregunto a mi reflejo — ¿Quién era un estampado? — mis manos las tenso dejando mis puño encima del ombligo — Tú. — señalo el reflejo — digo, yo.
Alzo mi mano y la dejo elevada haciendo — o intentando hacer — que mis músculos se vean marcados.
—¿Quién es la mejor? — pregunto contestando un seguido "yo" — ¿Quién pertenece a Los Bears de Village Community School? ¡Por supuesto que yo!
Rugo mirándome en el espejo. Estoy sudando dentro de la cosa esta y no es broma. Realmente está haciendo calor, no sé como esos pobres hombres en la edad media andaban con eso de acero. Yo creo que esas personas merecen mi admiración y respeto. Desde luego que sí.
—Roaarrr — rugo haciendo un gesto con mi mano — Soy una osa. Roaarrr.
Una sonora carcajada se escucha atrás mío. De inmediato me quedo quieta sin hacer gesto alguno. Siento que el calor ha llegado a mi rostro. Mis ojos están súper agrandados y estoy tiesa. Que maldita vergüenza.
—¿Quién es la nena de Liam? — pregunta él pegando su pecho a mi espalda, poniendo su cabeza a mi lado derecho — Te ves tan graciosa con esto puesto — dice ronroneando — y por supuesto que sexy, pero supongo que roar hacen los leones. O almenos así Katy Perry lo dice — suelta una risilla divertida.
Muerdo mi labio lentamente sintiendo excitación y a la misma vez gracia y vergüenza por la situación que presento. Quita el casco que llevo en mi cabeza, y me hace girar para encararle.
