Solamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllevaba tener que soportar cosas que jamás imaginé. Todo era mágico en mis pensamientos, pero ¿realmente iba a serlo en verdad?
No me pasó por...
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—¿Averiguaste quién era? — pregunta José a Jake.
—Bien que lo hice.
—¿Tuvieron buen sexo? — da grititos de emoción — ¡Tienes que contármelo todo! Sin perder detalles.
Mis mejillas están asando y no son un horno exactamente.
—¡Claro que no, cerdo! Y por favor, déjame comerme la pizza.
Me dirijo a la cocina y en el taburete tomo asiento. Ignoro la vergonzosa escena de hace un rato y como un pedazo de pizza.
—Te quiero José. Gracias por tu gran amistad de hermano.
—Yo te amo a ti. Por cierto Roro, necesito que vuelvas a la pasarela.
—¿Para qué debo de posar? — pregunto un poco curiosa.
—La revista Vogue quiere que seas su portada de este mes. Modelaras estilos de invierno. Por cierto, ¿qué harás el viernes?
—¿Viernes?
—Acción de gracias, Darling.
—Estaré repartiendo comida en la calle. ¿Deseas unirte?
—¡Claro! Sabes que me gusta ayudarte en todas esas cosas. — contesta con bastante entusiasmo —¿Ya has comprado los pavos?
—Mañana voy a hacer la compra con los del Cáterin. Creo que hare comida para trescientas personas como mínimo y en la plaza donde pueda repartir la comida sin problemas, ahí lo hare. Luego a la noche pretendo tomar un descanso para reflexionar y ahí más que nunca necesito tu compañía.
—Estaré para ti cuando sea. Entonces, este fin de semana será para mi chica.
Le sonrío a mi amigo, el que nunca me ha defraudado y que siempre ha estado ahí.
—¿Puedes volver a vivir conmigo? – le pregunto y él parece sorprendido — Me siento muy sola aquí.
—Roro, ahora estoy viviendo con alguien y si me voy del lugar, no podrá pagar la renta. Y aunque quiera regresas, sabes que casi nunca estaba aquí. No va a haber mucha diferencia.
Suspiro con frustración.
—Todavía no comprendo por qué se fueron.
El me observa con cara de disculpas.
—Rose, sabes que no es por ti. — siseo irónica.
—Como digan e insistan.
—No te pongas en ese plan de niña pequeña. — sonríe — Además, me gusta con la persona que estoy viviendo. Lo llevo bien.
Ahora que capto su mensaje, me he dado cuenta de que vive con otra persona que no soy yo. Me ha dicho que se iba de aquí para tener un lugar con el cual tener privacidad.
