Mi obscuridad y mi poder

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seguí el sonido de los rugidos que daban hasta un lugar parecido a una plaza donde un terrible demonio comía carne de gente de diferentes mundos incluyendo del mío, me aterrorice, cuando la espada volvió a brillar dirigiéndome a otro mundo pero este era como un sala blanca donde se podía observar un espejo enfrente de mí, la espada en mi mente se comunicaba conmigo y me dijo que para poder vencer a aquel demonio que se llamaba GIGAS tenía que aprender a vencerme a mí y a mis miedos, cuando mi reflejo empezó a hacerse gris y de pronto empezó a salir del espejo golpeándome y tirándome era yo solo que con una capucha de color negro ojos de color rojo y piel gris,
Tenía que luchar con él, me sentía valiente y fuerte a la vez ya no tenía miedo, esta era mi último reto, yo contra mis miedos tenía que atacar con sabiduría pues solo yo conocía mi debilidad di un golpe leve en mi cicatriz del brazo con la distracción lo golpeo en la cabeza, lo empujo y lo derribo pero se reincorporo rápidamente sonriendo con sangre se esparció en el suelo como liquido y se rehízo detrás de mi pateándome luego me golpeo con fuerza, sus golpes eran como cuchillas dolían y empezaba a sangrar mi cuerpo seguía con la táctica inicial yo escuche que el decía que era mejor que mis miedos eran más fuertes yo no acepte eso pero al intentar defenderme me tiro y convirtió su brazo en cuchilla atravesándome  estaba llorando del dolor todo paso por mi mente pero se detuvo en el momento en que conocí a Sam una lagrima de alegría recorrió mi rostro, me di cuenta de que todo lo que hice había sido gracias a ella era mi inspiración y siempre fue mi punto de apoyo, esto que me pasaba ya no tenía importancia todo era buena y sabia que necesitaba un último aliento que dar, abrí mis ojos y dije: Ya no tengo miedo, ni a ti ni a mis demonios, ya es hora de que yo aprenda quien soy lo toque y active mi poder para lanzarlo lejos, mis heridas cerraron, ya estaba bien, lo sostuve agarre su cabeza la estrelle contra el suelo, enterré mis garras en el, se volvió liquido de nuevo pero empezó a entrar en mí, yo solo me volví liquido ya era un nuevo poder, lo pude obligar a volverse solido gracias a eso, convirtió sus dos manos en cuchillas que intento clavarme, yo las esquive cada que intentaba cortarme con ellas, hasta que me concentre y con mis manos forme una garra con dos cuchillas, esquive todos sus ataques hasta que llegue enfrente de el deteniendo sus manos en el aire enterré mis garras y las cuchillas en su cuerpo, mi reflejo grito y se hizo liquido uniéndose a mí.

La rebelion de los mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora