El barquero seguía llevándonos al puerto del otro extremo del Estigia, la sangre de río sonaba como agua en el más tranquilo bosque, pero al mirarla, seguía pareciendo tener una capa de hielo, y bajo este, una espesa corriente de sangre.
Mis pensamientos se perdían en lo profundo del río y en las últimas palabras que me dijo Persephone.
¿A qué se refería con sus plumas?
¿Por qué no vino Hades a darme el mensaje él mismo?
¿Quién es la persona que me espera "del otro lado"?
Con cada movimiento, mi mente da a una y mil vueltas, llenándome cada vez más con muchas dudas y pocas respuestas, así como nulas esperanzas de poder contestarlas.
Guardé las plumas junto a las otras, conservando únicamente una pequeña pluma morada, la miré, cómo si se tratara de un trébol de cuatro hojas, la pluma empezó a ganar más y más peso, mi mano no podía aguantarla más tiempo, de pronto, mi mano no pudo más, y dejé caer mi brazo, cómo si cargará en este dos balas de cañón.
Miré mi mano sosteniendo la pluma, parpadeé una vez, dos veces, la pluma se había ido, tres veces y en la cuarta:
Sueño:
Las manos de Jessica me abrazaban e iban subiendo lentamente hasta llegar hasta llegar a mi boca, su dedo índice, tocó el margen de mis labios,
- Julián, lamento todo lo que haz pasado por mi culpa.
Dijo poniendo su cabeza en mi pecho, dejando escapar lágrimas y sollozos ahogados.
Acaricié su cabello y su espalda consolandola. No puedo olvidar ese día. La última semana, Jessica y yo estuvimos llenos de peleas y discusiones, peleas absurdas por pequeñeces sin importancia, Recuerdo que ese día la había citado para ponerle fin a nuestra relación, y lo que puedo recordar es a ella llorando, lamentando sus comportamientos y abrazándome, cómo si no hubiera un mañana o un final.
- No tienes que disculparte.- Le dije suavemente, con el corazón derretido por su llanto y su voz desgarrada.- Ambos somos culpables de las peleas y discusiones que tuvimos, y está bien, supongo que es algo por lo que pasa una pareja normal.
Mis palabras no parecían tener efecto en ella, Jessica seguía devastada y llorando aún peor que antes.
-Jess, dime ¿ Qué sucede?
Le dije preocupado, esa era la primera vez que la había visto llorar hasta ponerse roja y sus berridos que a cualquiera le rompía el alma.
- Julián, perdóname.
Dijo entre su infinita tristeza.
- No hay nada que perdonar, no haz hecho nada malo.
- Julián, debo decirte algo muy importante.
Dijo con los ojos rojos, quebradizos, apunto de soltar un llanto peor que los anteriores.
- Hace unas semanas que. - Hizo una pausa para evitar llorar más.- Cuando fuí al hospital por aquellos dolores tan fuertes que tenía, el doctor, me diagnóstico cáncer de riñón.
"Cáncer de riñón" esas palabras resonaron una y mil veces en mi cabeza hasta la fecha. Jessica continúo hablando, pero su voz solo se alejaba de mí cada vez más y más, mientras que el mundo se desmoronaba lentamente, hasta no saber en qué lugar y en qué tiempo me encontraba, un día estaba en su habitación recibiendo esa noticia, pero al siguiente estaba en el consultorio del oncólogo, escuchando cómo el cáncer se expandida al hígado y páncreas. Y cuando por fin pude situarme en un espacio-tiempo, sólo recuerdo la voz debilitada y con poca vida de Jessica, diciendo: " Julián, te necesito."
Ahora entendí por qué se había disculpado Jessica, ella sabía, que me iba a dejar sólo, que nuestra promesa de envejecer juntos, jamás se cumpliría.
Aún con las manos sujetando las plumas de Persephone, mis ojos se abrieron lentamente, el sol me cegó, apenas pude acostumbrarme al brillo, cuando una sombra se puso frente a mí, su cabello largo, su estatura, es ella, no hay duda de que es ella.
- ¿Julián?
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El Dilema De Julián
AdventureLa vida es un paso crucial para el mundo de los muertos. La vida no fue más que una difícil prueba para Julián Castillo, quien tras perder a la única persona que amaba la solución era clara. Buscar a su amada en el mundo de los muertos. Antes de ser...