El árbol del beso

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Capítulo 7

Las clases estaban por terminar, la última clase era Filosofía, una de mis favoritas, me senté al lado de Tobías como siempre, antes de empezar la clase, a mi lado se había sentado Jessica, quien ahora me hablaba más seguido que su hermana, y debo confesar que me atrae bastante, y siento que yo le atraigo, siempre que hago un comentario que intenta ser graciosos, ella se ríe, me habla en las noches, preguntando si sigo despierto, y me llena de emojis los mensajes.

La campana sonó y guardé mis cosas junto con Jessica.

- Que aburrida clase, me gusta más arte.

Le dije a Jessica,

- Así es, además, me gustan mucho tus dibujos, aunque son muy tristes, oscuros. -Dijo ella acariciando mi hombro, lo cual debo admitir que me sonrojó bastante. - Oye, ¿Me acompañas al parque? Es que siempre he querido ir, y nunca he tenido tiempo.

- Me encantaría

Le dije con una gran sonrisa.

Ya habíamos pasado tiempo solos antes, en los corredores del instituto y una vez que fui a su casa porque ella estaba enferma y me pidió ir para pasarle los apuntes y la tarea.

- Gracias Juli, eres un chico muy dulce conmigo.

Me dijo con un tono mormado por la gripe.

- Eres especial, además me gusta ayudarte.

En ese momento existió un gran silencio, nos miramos deseaba tanto besarla, me incliné y ella se aproximó.

- Julián, aquí estás te estaba buscando, me gustaría tu ayuda con mi tarea de Historia.

Irrumpió Rebeca de golpe interrumpiendo el beso. Esa fue la única vez que estuve a punto de besar a Jessica.

La clase había terminado y acompañé a Jess a su casillero.

- Bueno, por fin salimos.

Le dije recargándome en la taquilla de al lado.

- Ya deseaba salir. - Dijo arreglándose el cabello castaño con puntas pelirrojas. - ¿Entonces me acompañarás al parque?

- Claro que sí, me encantaría darte un pequeño tour.

Dije dirigiéndome a mi casillero para guardar mis cosas. El timbre de la escuela sonó y a su vez un océano de desenfreno, de ruido y de algarabía por ser el penúltimo día de clases.

Caminamos rumbo al parque de la ciudad, famoso por sus jardines floridos, llenos de margaritas y violetas, u aviario y al lado de este, un viejo roble casi seco, pero que no dejaba de dar un aire romántico al lugar.

Jessica y yo entramos al aviario, recuerdo que solía venir aquí con mi padre antes de que falleciera y con mi madre, la cual abandonó a mi padre y a mí.

Había una gran de aves, entre ellas cuervos y loros, e incluso dos pequeños colibríes.

- Esos me gustan mucho. - Dijo Jessica señalando a una lechuza. Me recuerdan a uno de mis libros favoritos.

- Harry Potter

Dijimos al unísono, ambos sonreímos y agarramos nuestras manos. Me incliné para besarla pero ella me apartó.

- Aquí no.

Dijo mientras me tomó de la mano y salimos corriendo del aviario. Empezaron a caer gruesas gotas de lluvia en mi rostro mientras corríamos a resguardarnos en el gran roble. Jessica tenía el maquillaje corrido de la lluvia y yo mi ropa toda empapada. rodeo sus brazos en mi cuello y mutuamente nos acercamos tanto, que nuestros labios deseosos de unirse, se encontraron por primera vez y de en nuestras almas hubo fuegos artificiales.

El Dilema De JuliánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora