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¿Cómo te va a encantar? ¿Cómo te vas a sentir? ¿Cómo vas a vivir tu vida como el sueño que tenemos es real? Y si has perdido tu camino. Voy a mantenerte a salvo. Vamos abrir el mundo en el interior. Lo veo venir esta noche con vida. Voy a mantenerte a salvo.

Safe - Westlife


H afirmó que su peor miedo eran las guerras hasta que yo me cansé de hacer preguntas. No era que mi curiosidad hubiera desaparecido o ya no me sintiera igual de traicionado, simplemente la amistad de H significaba más que una mentira del momento. Siempre que traía el tema a colación podía ver lo incomodo que se ponía y como quería irse inmediatamente. Si descubrir la verdad implicaba perder a H no quería saber nada.

A las semanas el tema se dio por olvidado y mi amistad con H continuo siendo la misma. El que su circulo de amigos hubiera aumentado tanto lo dejaba sin mucho tiempo para estar conmigo, y a mí más tiempo para estar con los chicos. Stan ya no era tan celoso, ni ninguno de los otros. Nuestras reuniones semanales para jugar videojuegos y comer pizza nunca se cancelaban.

Con mi agenda ''llena'' solo tenía tiempo para hablar con H de camino y regreso a la escuela. También en las noches me atrevía a lanzarle algún avión de papel que el respondía a los minutos, así hablábamos todas las noches hasta que se hacía demasiado tarde.

 - ¿Mañana podrías ir a mi casa a almorzar, Lou? - me preguntó en una de nuestras caminatas de vuelta a casa, la sorpresa llenó mi rostro y no pude evitarlo mirarlo con las cejas alzadas. Hacía mucho que no iba a almorzar a la casa de H porque él tenía algún partido de fútbol o yo me reunía con los chicos.

- Claro - la respuesta se escapó con facilidad de mis labios, H sonrió ampliamente.

- Genial, te voy a presentar a alguien así que ven preparado.

Antes de que pudiera hacerle una pregunta me despidió con la mano y corrió a la puerta de su casa. 

Mi mamá no tardó en darme permiso para almorzar en la casa de H, con la condición de que llevará un pastel que ella misma haría. Al día siguiente, a las doce en punto de la mañana, me aparecí en la puerta de H vestido con el suéter más limpio que tenía y una caja entre los brazos.

- Hola, señora Styles - salude cuando la mamá de H me abrió la puerta. Tenía el cabello negro azabache en un moño despeinado con un mandil de cocina amarrado a la cintura. 

- Lou, llegaste puntual - dio un toque a su reloj y me sonrió amablemente. 

Asentí con la cabeza, intentando no lucir muy ansioso. La verdad era que desde la noche anterior estaba esperando el momento de ir a la casa de H. Sus palabras me habían intrigado tanto que no logré dormir pensando en quien sería la persona que H me presentaría.

- Espéralo en la sala, no tardará en bajar - di un paso dentro de la casa y fui hasta la sala de H, conocía la casa de H tanto como la mía -. ¿Y esa caja que tiene entras las manos? - la mamá de H me miró con una tierna sonrisa. 

- Cierto, mi mamá le envia esto - dije un poco avergonzado tendiéndole la caja con el pastel de piña dentro. 

- Jay no debió molestarse - la mamá de H cogió el pastel sin perder la sonrisa -. Dile a tu mamá que un día de estos tiene que venir a almorzar conmigo - asentí obediente, no había algo que se le pudiera negar a la mamá de H con la dulzura que desprendía.

Sin más se metió en la cocina, dejándome solo en la sala de H. El sillón de cuero era tan cómodo como siempre, pero mi cabeza no me dejaba estar tranquilo. Rebuscaba en mi mente conversaciones antiguas con H intentando adivinar a quien me presentaría. Si ya conocía a toda su familia... ¿O no?

Hache [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora