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Hay un hoyo en medio de mi corazón de nuevo. Podemos empezar de nuevo, podemos empezar de nuevo. Hay un hoyo en medio y nunca se arregla. Nunca se arregla, podemos empezar de nuevo.

Start Again - Conrad Sewell


Con un chorro de agua fría abrí los ojos, sintiendo automáticamente la luz del sol quemar mis pupilas.

- Mierda, Mikela - gruñí, tapándome la cara con ambas manos. 

- Nada de mierdas, Louis, te tienes que ir ahora mismo - para darle fuerza a su orden jaló de la manta en la que estaba recostado y caí de pomas en la alfombra de su sala. El mundo dio mil vueltas en un segundo y sentí como un martilleo familiar apareció en mi cabeza.

- Joder, Mikela, dame diez minutos - pedí, pero ella negó de brazos cruzados.

- No es mi culpa que anoche te hayas querido levantar el bar entero tú solito, deberías aprender a controlar tus nervios de otra manera - la noche anterior era un borrón en mi memoria, que empezó a aclararse poco a poco.

Mikela y yo en un club.

H.

Sus amigos.

Mikela y yo fingiendo novios.

¿H diciendo que iba a mudarse conmigo?

- Para la próxima será mejor que llevé varias botellas de agua para que no termines ebrio...

- ¿Qué hice ayer, Mikela? - pregunté con algo de miedo, la típica sonrisa maliciosa apareció en el rostro de mi querida amiga.

- Averígualo por ti mismo, tienes que irte - intentó levantarme del suelo sin éxito alguno, podía parecer bastante delgado pero pesaba.

- Dime que no arruine las cosas con H - suplique poniéndome de pie yo solito, sintiendo las consecuencias de todo el alcohol que había bebido anoche. Nada era peor que tener una resaca y levantarte temprano.

- A decir verdad avanzaste mucho, ¡Vete! - me volvió a empujar en dirección a la puerta, sin ninguna consideración por la poca coordinación que tenía en esos momentos. 

- ¿Por qué quieres que me vaya tan temprano? Podría quedarme a dormir una par de horas más en tu sillón, o todo el día - aquella sonaba la mejor idea del mundo en esos momentos, sin embargo Mikela no pensaba lo mismo.

- Me lo agradecerás más tarde, adiós - cuando llegué al pasillo cerró la puerta en mis narices.

¿Ahora que hacía? Tal vez tirarme en mi cama y no levantarme hasta sentirme mejor, o tener ganas de digerir algo. Mi cuerpo parecía querer darme la contra y sentí incontrolables ganas de vomitar. Con pasos torpes llegué hasta la puerta de mi departamento, golpeando mis bolsillos para buscar las llaves. Lo hice con tanta fuerza que mi celular junto a estas cayeron al suelo.

- Mierda - maldije agachándome para recoger las cosas. La pantalla de mi celular brilló cuando lo sostuve, tenía una nuevo mensaje. Como mi vista no era la mejor en esos momentos tuve que arrugar los ojos para ver bien.

'' Hola, Lou. Llegaré al mediodía con mis cosas a tu departamento. Prometo ser un buen compañero. -H. ''

Sentí como un escalofrío me recorría la espalda y las ganas de vomitar se incrementaban.

Mierda, mierda, mierda. Estaba arruinado, H se mudaría conmigo y lo había aceptado la noche anterior. Los recuerdos me llegaron de golpe y la sonrisa de Mikela apareció junto a ellos.

- ¡Te mataré Mikela! - grité en dirección a su puerta, sabiendo muy bien que ella me escucharía.

Asustado miré la hora que marcaba mi celular. 

Hache [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora