END (Miraculous ladybug)

El latido de un corazón

Marinette\ Ladybug

Hoy no quería ir a la escuela.

Supongo que debo explicar que fue lo que sucedió ayer. Luego de que el akuma entró en mí, el mundo empezó a avanzar en cámara lenta y una voz empezó a retumbar en mi cabeza.

—No eras la mala... aun así, eres la única que sufre. Acepta al akuma. Te liberará del dolor y del sufrimiento... te concederá todo lo que has deseado.
Oye... puedo salvarte, sabes. No tienes porqué estar sufriendo. Tu sufrimiento... lo borraré todo por ti — La voz era grave, con un tono condescendiente.

La idea tomó forma en mi mente, no sentir dolor. Era una idea tan agradable, sonaba tan ideal.

—¡MARINETTE DETENTE ! Por favor no lo escuches —Tikki se encontraba frente a mi llorando — Recuerda a tus padres, a Alya, a la gente de París, recuerda a Chat y a Adrien.

Estaba en una especie de letargo, no oía bien a Tikki, pero si veía que estaba triste, no me gustaba verla triste.

—¿Y que dices, Marionette? ¿Aceptas mi proposición? — Ver a Tikki llorar y agitarse de esa forma tan desesperada hizo que un atisbo de conciencia surgiera en mi mente.

¿No habría otra manera de solucionarlo? ¿De verdad estoy siendo de ayuda a los demás? ¿He pensado todas las posibilidades? ¿No estaré pasando por alto el sufrimiento de alguien? ¿No estaré perjudicando a alguien sin darme cuenta? ¿Ayudar a los demás se ha vuelto una simple costumbre? Mi vida es una duda infinita. Siempre tengo miedo. No sé cuál es la respuesta correcta. Simplemente...¡Intento hacer lo que me parece correcto! Y esto no era lo correcto.

Eso me hizo retomar de golpe la conciencia, había estado a punto de cometer una estupidez. No debía hacerlo, no debía hacerlo. Pero mi corazón gritaba que aceptara.

—No —Lo dije con un susurro tan débil que apenas pudo escucharse.

Nunca me había costado tanto decir una palabra.

—¿Qué?—La voz sonaba estupefacta — Te estoy ofreciendo el poder y ¿Tú lo rechazas?

—Me ... niego — Mi temblorosa voz sonaba más fuerte.

—Tus sueños a cambio del miraculous es un trato demasiado bueno como para negarte — Cada palabra que oía hacia que la presión en mi pecho se hiciera casi insoportable, a la vez que efectuaba como un calmante que reducía mi ya de por si carente voluntad.

—Marinette, tu puedes — La voz de Tikki sonaba esperanzada — Si aceptas, lastimarás a las personas que amas.

No. Todo menos eso.

Imágenes aterradoras pasaron por mi cabeza: Chat siendo lastimado por no querer luchar, mis padres en un charco de sangre, el terror en los ojos de la gente de Paris. Definitivamente no quería eso, ese deseo tan fuerte me dio la fuerza necesaria para negarme una vez más.

—Me niego, de que me sirve el poder si nada de lo que me importa se protege — Mi voz ahora sonaba segura, aunque esperaba que no notara el temblor que había detrás - No pienso ser tu marioneta.

—Realmente eres impresionante, bien ganaste por ahora — Solté un obvio suspiro de alivio — Pero recuerda que aún tienes el akuma dentro de ti, si tu corazón tambalea tan solo un poco y te dejas llevar por tus emociones negativas, el akuma te poseerá.

Dejé de oír la voz y de alguna forma supe que ya no estaba ahí.

Tikki me abrazó con todas las fuerzas de su minúsculo cuerpecito.

—Marinette, creí que te iba a perder— Estaba realmente agotada, pero aun así saque fuerzas para devolver el abrazo — Realmente eres muy fuerte, nadie nunca había logrado rechazar a un akuma.