20. El regalo perfecto [¡Feliz cumpleaños, Kurokocchi!]

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[Sin completa revisión.]

La imagen de la galería lo saqué de un foro, obviamente, japonés<3.

Kuroko no Basket es propiedad de Fujimaki Tadatoshi.



El regalo perfecto



8:00 AM.

Mansión de los Akashi.


Sonó la alarma que había programado en su celular para despertarse ―aunque ya lo hiciera por costumbre―, como medida de prevención, por la mañana, y hacer los arreglos para el cumpleaños de su pareja; Kuroko Tetsuya. Además estaría durante casi todo el día, antes de ir a la fiesta de la que estaban a cargo los de Seirin, Midorima ―aunque no parezca―, Himuro, Murasakibara, Momoi y Takao ―de colado, a decir verdad―, buscando el regalo perfecto para su amado Tetsuya. Y es que él merecía lo mejor por su día. Por ello se sentía decidido a cumplir su cometido y darle lo que más deseara. Entonces, para poder hacerlo bien, complacerlo y no equivocarse, debía de haber investigado a fondo: interrogar a la mayoría que pareciera atento a su amante y preguntarle qué querría Kuroko. Y con inquirirle a alguien atento, ya podía sacar de su lista a Kagami Taiga, Aomine, Murasakibara... Y así. Aunque el segundo sí fue capaz de ayudarlo. No por nada lo conoce desde hace cuatro años, ¿no?


Akashi se levantó de su cama, observando la hora que indicaba el reloj de su celular: 8:00 A.M. Puntual y exacto. Justo como él pensaba y deseaba. De esa forma, tendría más tiempo para obtener el regalo que tanto había meditando desde hacía meses, sin encontrarle respuestas, y determinándose, el día anterior al 31 de enero, de emprender aquello que nunca había hecho: Depender de otra persona que no fuera Akashi Seijuro.


Salió de la ducha con una pequeña toalla rodeando su cintura, y con otra en sus manos, secándose su pelo. Abrió el gran armario que estaba delante de sus ojos y eligió una vestimenta al azar para tener puesto por todo el día. Después se miró al espejo y a la ropa casual que tenía ahora encima, dándole el visto bueno, dirigiéndose de nueva cuenta al baño privado que tenía al lado de su habitación para peinar sus cabellos rojos que se ponían rebeldes en su despertar, lavarse el rostro y cepillar sus dientes.


Fue al comedor, y de manera rápida comió el desayuno, percatándose de esa forma que su padre estaba, aún, en un viaje de negocios.


―Seijuro-sama... ―llamó una de sus sirvientas con voz suave. Las arrugas que se veían debajo de sus ojos se acentuó más al sonreírle tranquilizadora, con un flequillo de color gris ―al igual que el resto de sus cabellos― que llegaba justamente arriba de sus finas y blancas cejas, delatando los años de longevidad que tenía―, ¿necesita algo más?


El mencionado negó, contemplando una vez más la hora, y aquello produjo que la sirvienta ría con diversión al saber la causa.


―Mándele saludos y felicitaciones a Kuroko-sama, entonces ―Akashi asintió en respuesta y se paró de la silla, susurrando el horario constantemente como una mantra; como si así pudiera detener todo y conseguirle más tiempo. 10:16 A.M.

Oneshots AkaKuro «sin editar»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora