Call your name
Caminaba por las calles deshabitadas y desoladas, sin saber dónde está parado realmente. Dio un vistazo por el alrededor minuciosamente, estudiando cada parte. Una neblina recorría todo el camino, nublando la vista y así por cuál lado pisar. Pero al muchacho no le importaba, y seguía en estado de estupor, porque todo fue desapareciendo de poco a poco, sin que le diera el respiro de pensar. Aun si pasaron ya horas, él seguía allí, paso a paso, yendo al final de su destino. Aunque más bien; "No fue una elección, el destino intervino"... eso es lo que piensa él. Sin embargo, también una pequeña parte de sí mismo, sabe que es mentira y que solo está huyendo.
Se retracta de ellas y sigue caminando. Llama al nombre de quien ama y se da cuenta que las lágrimas bajan de sus ojos sin su consentimiento, que sus pupilas están oscuras del dolor, sus piernas entumecidas por tanto caminar y su garganta seca. Suelta un gemido de insatisfacción.
Ve todo nebuloso y no tiene idea de dónde ir, ya que todo se desvaneció de sus manos como arena. Él ni nadie estaban más.
De repente, un sonido llega a sus oídos y hace que se ponga alerta y observa para todos lados, pero no había nada. Ni una alma, menos un animal, tampoco un ser. Porque estaba solo, y eso le desespera.
Era raro verle desorientado y mostrando desesperación, pero así de rápido cambia todo. En un segundo ya todo se esfumó y quedó estupefacto. Quiere llorar por su propia cuenta, pero su cerebro no le hace caso y las lágrimas siguen deslizándose... Recorre su cara como justo lo hacía esas cosas, que no sabe qué es. Aun si le dieran la oportunidad de pensar que tenía sobre él, no respondería.
"Alguien..."
Quieres musitar eso. No obstante, no puedes. Te obstaculiza tu garganta cerrada, falta de algún líquido en ellas.
Anhelas gritar.
Llorar.
Correr.
Llamarlo.
Estar con él.
Con los muertos.
Deseas estar muerto y seguir a la luz que antes te incitó estar en la eternidad con ella. Pero antes de aceptar la invitación...
Logras gritar y eso te sorprende, abres los ojos producto del sentimiento y sonríes. Más una mueca, pero lo hiciste.
El mundo se acabó y se encontraba vacío, sólo contigo en él.
La desolación se podía notar a kilómetros.
"Quiero llorar."
-Seesfumóseesfumóseesfumó. -dices todo junto por fin, y otra vez curvas tus labios.
Cambiaste y lo sabías.
Ni siquiera la soledad le hizo compañía, y eso también lo sabías. Así que, sintiendo tus ojos pesados lloraste más fuerte con un dolor en el pecho, apretaste tu uniforme, tu camisa, el lugar donde se ubicaba tu corazón. Latía más veloz. Sonreíste y dijiste su nombre con el último aliento. Con tu último latido.
-Kuroko.
**
Por si alguien no entendió, explicaré todo con este pequeño resumen: "El mundo llegó a su fin y una masacre comenzó. La guerra era cotidiana, su destrucción normal. Todo ello produjo la devastación de todos y la muerte de su mayoría. Nadie se salvaba de ella, pero Akashi y Kuroko lograron salvarse... Pero, antes de poder vivir en paz, asesinaron a Tetsuya y Seijuro fue testigo. Pasando los años, él desea la muerte, sin éxito de obtenerla."
Por cierto, no corregí. [?]
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Oneshots AkaKuro «sin editar»
FanfictionRelatos escondidos en una caja de memorias acumuladas. 『 ❀ 』 Conjunto de historias AkaKuro.