Casa de papel
II.
Mi corazón comenzó a latir con más velocidad, el brillo en mis ojos despertó como si hubiera tenido alguna alarma, y mi rostro se llenó de un leve tono rosáceo.
Me detuve a mirarte como si fueras la obra más grande de todas. Y es que eras así: hermoso, hipnotizante, homicida, irresistible... Simplemente habían muchas palabras para poder describirte, pero ninguna podía a definirte definitivamente.
El cien por ciento de mí se paró. Ni siquiera sé cómo logré continuar respirando, pensando, racionando; viviendo. Era algo impresionante cómo pude seguir viviendo sin haber visto esto antes. Mi cabeza daba vueltas y no se detenía.
-¿Es...? -al igual que anteriormente, no conseguí a formar una tesis de palabras para ti. Eras... impresionante.
Sin embargo, mi corazón también comenzó a doler sin contemplación.
Lo entendía, lo entendía a la perfección.
"¿De qué tienes miedo, Tetsuya?"
Tapé mi boca con ambas manos y ahogué un gemido de angustia que solté. Las lágrimas se arrimaron en mis ojos, mis rodillas temblaron y caí en el piso ante todos los espectadores sorprendidos, no obstante, seguían viéndome con un sentimiento de pena y culpabilidad. Porque la conclusión hacia mí de un dios, había sido, hacerme pagar por todos los pecados, incluido el amarte con tanta locura, tanta que desobedecí mis principios para estar contigo. Y la primera vez que te vi también me quedé pasmado, oteando una hermosura casi angelical, lo cual es gracioso, ya que eras un verdugo; un demonio. Aun así, con aquella máscara de, literalmente, demonio que tenías, me encantaste. No sé por qué. Habrá sido el destino. Tal vez no.
Y de todas formas...
-Kuroko... -me llamó Mayuzumi-kun, y yo solamente negué con la cabeza. Todavía no deseaba irme, por más que me doliera tanto.
Porque, comprendía absolutamente. Comprendía el hecho de que Akashi-kun jamás aparecería realmente delante de mis ojos, físicamente.
Nuestras voces no se alcanzarían, nuestras manos no se tocarían, nuestros ojos no se encontrarían... Y eso sólo me rompía más.
¿Por qué? ¿Por qué todo se desenvolvió de esta forma?
¿Por qué Akashi-kun se transformó en, de manera literal, alguien de papel?
¿Por qué ahora es una pintura más?
Y lo sabía, oh, sí que lo sabía. Porque Akashi-kun fue aceptado totalmente a entrar a la falsedad: a la tan aclamada Casa de papel.
ESTÁS LEYENDO
Oneshots AkaKuro «sin editar»
Fiksi PenggemarRelatos escondidos en una caja de memorias acumuladas. 『 ❀ 』 Conjunto de historias AkaKuro.