Oneshots AkaKuro «sin editar»

18. "Yes, my lord"

Ooc. Gracias a todos por los votos, comentarios y leídos<3. Y respondiendo su pregunta de ante mano: Sí, Bokushi y Oreshi piensan lo mismo.

Yes, my lord.

El tiempo pasó. La secundaría terminó y el primer ciclo de la preparatoria ya había llegado a su fin, y con él la Winter Cup acompañado de mi impensable derrota ante quien más admiro; Kuroko.

Su personalidad, sus ojos, sus reacciones, sus expresiones; todo aquello era capaz de ver otra vez. Nada me impedía contemplarlo esta vez.

Estoy seguro que, si alguien en algún momento pasado de mi vida me preguntaba si estuviera en mis manos el no cambiar y seguir siendo yo sin complejo de absoluto lo evitaría, hubiera respondido que sí. Que lo haría.

Pero ahora, en el presente, sé que si nada de aquello ocurría, las cosas no serían como actualmente. Y por ello me arrepentiría de hacerlo.

Así que, por ahora, estoy satisfecho de ser quien soy, y tener estos sentimientos albergados en mi mente y corazón. Sin ellos afirmo que seguramente hace mucho tiempo ya estaría muerto por dentro.

Y eso, Kuroko, debo agradecerte infinitamente.

Por eso estoy para frente a ti, diciéndote indirectas sobre mis sentimientos antes de confesarme. Para el clamarte cuánto te amo al fin.

Sin embargo sé que será mucho para ti. Sé que no podrás asimilarlo. Y juro solemnemente que trataré de contenerme, Kuroko.

Juro aquí y ahora que no sabrás el poder que tiene tu respuesta sobre mi persona.

-Kuroko... -inhalé una gran cantidad de aire para soltar lo siguiente-: ¡Me gustas! -y con ello me incliné sudando y teniendo un tic nervioso por la espera de tu contestación.

No obstante, pasaron diez segundos. Quince. Veinte. Treinta. Y nada escuchaba de tu parte.

Entonces levanté la cabeza. Y afirmo por el básquet que hubiera deseado no ver tu expresión. Y te lo digo enserio, ya que allí se encontraba la respuesta. Y sabes, me muero al tenerla.

-Yo... -murmuró con la voz temblorosa-. Lo siento, Akashi-kun.

Luego de rechazarme se fue corriendo; huyendo sin más.

Sabía que para él era imposible gustar de mí, y es que por lo que sé, Kuroko es heterosexual. Y si fuera homosexual, cabía más la posibilidad que se enamore de Aomine o Kagami.

Aun así me ilusioné demasiado rápido.

Apoyé mi espalda contra la pared del salón de clases de Seirin (que por cierto fui hasta ese lugar para confesarme) y escondí mi cara entre mis piernas.

-... Entonces -sonreí con mis labios fruncidos al igual que mi ceño-, me pregunto si he sido abandonado por ti.

Y ahí sentí como algo en mí se rompió.

Pude ser testigo del hoyo que, poco a poco y de manera fugaz, se iba abriendo lentamente en mi pecho.

Una herida que tal vez jamás sanará.

Un hueco que a nadie le importará.

Después de todo, ya he sido rechazado y dejado por la persona que más amo y la que me salvó de la oscuridad asfixiante. Así que, ¿por qué no hundirme más? De todas formas, nadie se percatará.

Porque soy indigno de amar a Kuroko.

Soy un ser repugnante que no merece vivir.

Un vivo sin humanidad; un muerto antes de tiempo. ¿Y a quién le afectará?

Porque ahora me estoy muriendo, enserio.

Y a nadie le preocupa, ¿verdad?

Como agradecimiento de aquello debo ejercer lo que todos anhelan que pase.

Así, Tetsuya... sólo debo matarme lentamente, ¿cierto?

-Y ahora, Kuroko...

Juro solemnemente, Tetsuya...

-Que me destruiré lentamente cumpliendo tus deseos como marioneta.

Y completé aquello dejando salir el agua que se había acumulado en mis ojos. Sacando la angustia de mi cerebro, para poder así cumplir mi promesa.

Matar el pecado de vivir.

Asesinarme y hacerte feliz.

Porque Tetsuya, yo estoy solamente a tus órdenes.