Capítulo 34: La luna y el sol.

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Dan's POV:

Desperté y por unos segundos me encontraba algo desorientado. Observé la habitación en la que estaba: cortinas beige, paredes blancas y cielo del mismo tono. Al lado de la puerta colgaba un cuadro que estaba ligeramente ladeado hacia la derecha. Recordé que no estaba en London. Miré la hora en mi celular: 7 am. Maldito jetlag. Traté de conciliar el sueño pero me fue imposible.

Sentía las voces de la familia de _____ preparándose para ir a trabajar y a estudiar. Aunque no les entendía nada.

No me quería levantar aún, así que busqué dentro de mi maleta mi laptop, me acomodé en la cama con un par de almohadas tras mi espalda y comencé a editar un video que tenía pendiente.

Un rugido de mi estómago me dió cuenta de la hora. Las 10. Editando el tiempo pasaba volando, pero con hambre no había manera de que me concentrara.

Me levanté, y antes de ir a la cocina, pasé por la habitación de _____ para chequear si aún dormía. La manilla de la puerta hizo un ruido al girarla.

-¿Dan?- su voz sonaba áspera.

-¿Te desperté?- dije sentándome junto a ella en su cama.

-No no, pero escuché cuando abrías la puerta.

Ella estiró sus brazos y dio un gran bostezo. Su cabeza reposó en mi hombro y sus brazos rodearon mi abdomen.

-¿Tienes hambre?- me preguntó.

-Sí, de hecho. ¿Cómo supiste?

-Tu estómago está haciendo sonidos divertidos- una pequeña risita se le escapó.

Fuimos a la cocina, y entre los dos preparamos panqueques. Me gustaba mirarla cuando estaba súper concentrada tratando de no quemar la mezcla en la sartén. No pestañeaba por un segundo y contenía la respiración al voltear el panqueque en el aire.

Nos sentamos a comer en el living, y luego de desayunar, tomé una ducha, ya que _____ quería mostrarme los alrededores.

-¿Estás listo?- me preguntó con la emoción que tendría un niño de 5 años de ir por un helado al parque.

-Sip, más que listo.

-Okay- sonrió- vamos por las bicis, puedes ocupar la de mi hermano.

-¿Bici?- ¿cómo puede alguien hacer ejercicio con este calor?

-Estaba pensando que sería más divertido ir en bicicleta y disfrutar del paisaje, que ir en un taxi con mala música y olores de extraña procedencia, ¿no crees?

-Podemos disfrutar del paisaje desde el taxi de todos modos- trataba de convencerla pero no funcionó.

-Oh...¿acaso la niñita no puede con un pequeño viaje en bici?- se burló.

-Claro que puedo, vamos- dije desafiante.

Así que partimos nuestro viaje.

Hacía calor. En London el clima nunca llegaba a estas temperaturas. Pero el viento ayudaba a enfríar un poco el ambiente.

Pedaleabamos por la calle y la fría brisa acariciaba nuestras caras. A pesar de que en un principio no estaba tan entusiasmado con la idea de andar en bicicleta, ahora lo disfrutaba mucho.

Llegamos hasta la entrada de un bosque, y ya no podíamos andar en bici, asi que las encadenamos a un árbol, rogando que cuando volvieramos aún estuvieran allí.

Caminamos unos 20 minutos entre los altos árboles hasta llegar al lado de un lago.

-Llegamos- _____ parecía muy contenta. El lugar era tan hermoso que te quitaba el aliento. Había un sauce y decidimos sentarnos bajo de él.

It was always you - DanisnotonfireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora