Capítulo 5

156 18 2
                                    

Christine llevaba horas aburrida. No sabía qué hacer. A veces, una vida inmortal o... mejor dicho, interminable, podía llegar a cansar.

No era su culpa ser un fantasma, sino de un estúpido atracador que la apuñaló cuando salió de esa estúpida fiesta.

Aunque gracias a eso podía estar con su verdadero amor.

Suspiró de nuevo. Su novio, Connor, había decidido salir a visitar la casa de sus padres y Christine se insultaba a sí misma por haberle dicho que no le apetecía ir.

¿Qué esperaba? ¿Que Daisy llegara de nuevo con revistas de cotilleos robados de las taquillas de las chicas de su antiguo instituto?

En ese instante, la chica pelirroja atravesó la puerta con los ojos algo llorosos. Cuando sus pupilas se posaron en Christine, esta se incorporó preocupada. ¿Qué podría haberle pasado a su amiga? No parecía sentirse nada bien y los fantasmas no se ponían enfermos. ¿Qué le había ocurrido? Christine necesitaba saberlo para ayudar a que se recuperase.

En cambio, la pelirroja se sentó a su lado sin dar ninguna explicación y sin soltar ninguna lágrima.

  —Hola, Christine. ¡Te estaba buscando!— Exclamó soltando una risita nerviosa. La mencionada se mostró confundida.— Necesito desahogarme y me he dado cuenta de que...— En ese momento, Daisy clavó sus ojos en la alfombra del suelo y frotó sus manos algo nerviosa. En sus ojos marrones, Christine pudo divisar un rastro de melancolía.— ¿Te he contado alguna vez mi historia con James?

Daisy esperaba impaciente una respuesta. Sabía que, aunque le doliera en esos instantes contar todo aquello, lo necesitaba. Necesitaba hablar con una amiga antes de soltar que había roto con James, la única persona que le había hecho feliz durante todos estos años.

Christine frunció el ceño. No sabía a dónde quería llegar a parar la pelirroja.

  —La verdad es que no.

Daisy se sintió aliviada. No lo había hecho. Podría contar todo de una vez sin ser una verdadera molestia.

  —Bien. Entonces... ¿Qué te parecería escuchar una historia?— Le preguntó finalmente.

Christine observó a su alrededor. No sabía por qué Daisy estaba actuando así de raro. Ni por qué no lloraba en su hombro o algo por el estilo. ¿Todo eso tendría algo que ver con James? ¿Por eso iba a narrarle unos sucesos tan importantes para ella?

De todas formas, a Christine no le importó. Quizá se tomaría su tiempo para hablar de lo que verdaderamente había sucedido. Así que... ¿Por qué no? Además, Daisy ya había escuchado su historia con Connor.

  —Venga, cuenta.— Dijo impaciente.

«Quizá de esta forma podrá sentirse mejor». Pensó antes de que su amiga comenzase a relatar su historia.

* * *

P.O.V. Daisy

Apoyé mi barbilla sobre mis manos. ¡Había estado a punto de dormirme en la clase de filosofía!

Quizá para los demás era algo normal, pero para mí no. Mis notas eran las mejores y me esforzaba intensamente, con todas mis fuerzas y toda mi alma, para lograr aquello.

Cualquier día me daría un ataque.

Suspiré y volví a tomar notas en mi cuaderno. Tenía que esforzarme y concentrarme. Al igual que lo hacía con todo.

Incluidos los deportes a pesar de tener asma.

Mi lema era: “¡Da siempre lo mejor de ti y lo lograrás!”. Y, sinceramente, era algo real.

Mi Extraño FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora