CAPÍTULO 31

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Y así pasé el fin de semana.

Me tumbaba en la cama, levantándome sólo para ir al baño y comer de las bandejas que me dejaba mi madre en el escritorio.

Cada vez que entraba y me veía despierta, soltaba un "se está avecinando una tormenta" mientras miraba al cielo desde mi ventana, que estaba muy ennegrecido por las nubes. Yo sabía que era la oscuridad, porque no existen nubes tan negras, pero no se lo comentaba a ella, que no se daba cuenta, ya que no caía nada, así que no me preocupaba.

No me cambiaba de ropa, no me duchaba, no comía sin que mi madre me obligara. Era un manojo de tristeza.

El lunes por la mañana sonó el despertador, pero no me quería levantar, no quería ir al instituto, no quería que se riesen de mí, no quería tener que sentarme sola en la cafetería y en clase, no quería que mis ex-amigos me miren con desaprobación por no hacerles caso. No quería.

Pero mi madre me levantó y se ofreció a llevarme, para no tener que ir sola, pero lo rechacé.

Finalmente, me levanté, me pegué una corta ducha y fui al armario para ver qué me ponía, y ahí estaba. La maleta con la ropa de la despreciable Julie estaba abierta en el suelo del armario.

Metí toda su ropa que ya estaba colgada en la maleta y la tiré por la ventana mientras la rabia salía por mis ojos y por mi boca en forma de grito.

Volví al armario y me puse una sudadera negra que me iba enorme, unos vaqueros claros y mis Converse blancas.

Media hora después, entré en el instituto, atrayendo todas las miradas, burlas y risas.

Llegué a mi taquilla, pasando por detrás de Will, que me hacía caso omiso. Sólo me dirigió una fugaz mirada, y justo después cerró la taquilla con fuerza y se fue por donde vino.

Dejé mis cosas y fui a clase de filosofía. En cuanto estábamos todos, el profesor nos recordó:

- Hoy es el día de entrega del trabajo que os mandé, muchachos.

Vaya, se me había olvidado. Estaba en el ordenador de Julie, y no creo que se haya molestado en imprimirlo.

Pero me equivoqué: se había levantado y le estaba entregando una funda con el trabajo, diciéndole algo inaudible. Instantáneamente, el profesor me llamó, a lo que fui a su mesa.

- Sam... - dijo una vez había llegado - ¿Es verdad lo que ha dicho Julie, que lo ha tenido que hacer ella sola?

- ¿Qué? ¡No! Estuvimos dos tardes trabajando.

- Vale, entonces... - miró nuestro trabajo - ¿Sobre qué es?

- Sobre la tauromaquia.

- No. Es sobre... - miró el título - La corrupción.

- ¡¿Qué?!

Cogí el trabajo de las manos del profesor y lo miré: un título rosa enorme ocupaba toda la página: "La corrupción". Lo saqué de la funda y pude ver el contenido con un tipo de letra demasiado presuntuoso. ¿Y el trabajo que hicimos juntas? Ah, claro. Hizo uno nuevo para que yo quedase mal.

- Lo siento, Sam, pero te voy a tener que suspender.

- No.

- ¿No?

- Exacto. Llevo demasiados años portándome bien y esforzándome para que ahora vayas y me suspendas.

- Lo siento Sam, quiero creerte, pero no tienes ninguna prueba de que tienes razón.

Se agachó y pude ver como buscaba mi nombre en la lista de alumnos con un bolígrafo, y parecía que iba a cámara lenta: al lado de un montón de dieces y puntos positivos sobresaliendo por el resto, un cero iba apareciendo de la punta del boli.

Apreté los puños. No era justo, Julie estaba haciendo lo imposible para que me vaya mal. Me giré bufando por la nariz como un toro por la rabia, hasta encontrarme con Julie, que estaba hablando con sus amigas y riendo. En cuanto nuestros ojos tomaron contacto, una sonrisa de victoria y suficiencia apareció por su cara, seguida por las risas por parte de sus amigas y de ella.
Ya basta.

No sabía de dónde había sacado la fuerza, no sabía de dónde salía esa velocidad, pero me fui corriendo a través de la clase hasta llegar a ella. De un salto, me abalancé sobre ella, tirándola al suelo.

Bofetadas, puñetazos, tirones de pelo y mil cosas más le daba a Julie, al menos hasta que tres profesores lograron separarme de ella.

Media hora después, estaba sentada en una silla en el despacho del director, y al lado estaba mi madre.

- Su hija ha agredido a una compañera sin motivo alguno - dijo el director.

- ¡Pero si me ha saboteado!

- Señorita Finns, no grite.

Me apoyé en el respaldo cruzando los brazos, negándome a decir nada más.

- Como iba diciendo, señora Finns, ha agredido a su compañera, cuando en realidad no tenía la culpa.

- ¿Y se puede saber por qué le ha pegado? - preguntó mi madre.

- Decía que ella había hecho el trabajo, pero no conocía nada del contenido.

- Pero sí que lo hicieron juntas. Yo lo vi con mis propios ojos.

- Pero, señora, no hay pruebas...

- ¡Sí que las hay! - interrumpí, con un haz de luz en mi cara - Espere un segundo - cerré los ojos y pensé en el ordenador de Julie; era muy fino, de color rosa chicle... Instantes después, apareció en mis manos. Abrí los ojos y el portátil para ir al documento que hicimos Julie y yo, pero mi madre me dio un codazo, indicando que mirara al director, el cual miraba el objeto de mi regazo con la boca abierta de par en par; no me acordaba que él no sabía sobre mis poderes.

- Em... Ya sabe, los adolescentes - intentó arreglar mi madre -, con tanta tecnología, hacen lo que sea - rió nerviosamente -. Ahora me la llevaré a casa y hablaré con ella.

Nos levantamos, y mi madre cogió el ordenador de mis manos.

Fuimos directamente al coche, no sin antes devolver ella misma el ordenado a su sitio con su pensamiento.

Subí al coche, y seguidamente ella entró, cerrando la puerta fuertemente y con el ceño fruncido.

Fuimos a casa, y esperé la bronca del siglo.

¡Holi, soñadores!

Madre mía Sam, estás hecha una loquilla (͡° ͜ʖ ͡°).

¿Espera, qué? Yo subiendo un miércoles habiendo subido otros dos capítulos? ¿Pero qué es esto?

Tranquilizaos, soñadores. Sólo era para anunciar que... ¡Haré una maratón! , como quedan 10 capítulos para que termine, voy a subir uno cada día :D .

Ya veréis como empezará el SALSEOOOOOO (͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°).

Cariñosa y haciendomaratonesmente,

Kuricris

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@KuricrisDreamer

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